Los rasgos más importantes del estilo de gobernar del próximo presidente de la República, están a la vista. Son evidentes y patentes. Y son preocupantes. Si los mantiene o los radicaliza, es una incógnita.

En el centro de sus improntas para ejercer el poder está su decisión de cancelar lo que sería la nueva terminal aérea de Texcoco, lo cual ha generado todo tipo de reacciones en un contexto de rechazo.

La consulta que se llevó a cabo para tomar parecer a la ciudadanía sobre ese tema está completamente alejada de cualquier expresión democrática. Se ajusta, por el contrario, a una de sus antítesis, que es el autoritarismo, porque:

1).— La democracia representativa, derivada de la democracia directa por el crecimiento de la población, convoca a los ciudadanos a tomar parte en los asuntos del Estado a través de candidatos a puestos electivos. En ellos se delega esa potestad.

2.— En esa vertiente, se acentuó la democracia participativa, por la que los ciudadanos tienen una mayor, más activa y directa relación en la toma de decisiones públicas a través del plebiscito, el referéndum y la iniciativa popular.

3.— En el caso del NAIM, no fue el pueblo el que se expresó en ese ejercicio de supuesta democracia. Por donde se lo vea, fue ilegal. Y AMLO lo aprovechó para argumentar que no fue una decisión personal, sino “colectiva”. En esa mascarada, subyace la cruda expresión de un poder que ganó en las urnas, pero que constitucionalmente todavía no asume.

4.— El “pueblo” que participó y se inclinó por Santa Lucía, se redujo a 740 mil personas, porcentaje insignificante en relación con el total de la población y de los ciudadanos en condiciones de elegir.

5.— Lo que se elige en un día de comicios, son gobernantes. No son decisiones las que ellos tomarán en su momento las que se respaldan. Éstas caen el ámbito del plebiscito o del referéndum, que muy pocas entidades tienen en sus leyes.

6.— Lo que en rigor fue un sondeo, era infundado, injustificado, innecesario y amenazador por cuanto que el presidente electo dijo que las grandes decisiones de su gobierno serán sometidas a ese recurso consensual que le sirvió para advertir: “…más vale que se vayan acostumbrando”.

7.— En la perspectiva de que la “consultitis” sea institucionalizada por el próximo gobierno, dos escenarios, considerando los recientes antecedentes, son muy posibles:

a).— Que, en su momento, la Presidente revista de consenso ínfimo sus decisiones para no tomar riesgos ni asumir costos personales.

b).— Apelar a ese consentimiento “popular” para decidir cualquier cosa, lo que sea, lo extremo. ¿Sería impensable que con ese método decidiera ampliar su mandato? “El pueblo lo quiere, el pueblo decide”, sería su argumento.

Teóricamente, el autoritarismo es el mando ejercido sin límites por una sola persona. Repudia toda observación y opinión. Suele aplastarlas para imponer su arbitrio. El autoritarismo es limítrofe con el totalitarismo, en que la comunidad toda es sometida a todo control y subordinación. Su peor expresión es la tiranía.

Si López Obrador no se percata de que como próximo presidente está obligado a buscar el medio virtuoso en todo momento de su actuación, irá perdiendo el capital político que depositaron en sus manos 30 millones de personas.

Y como no tiene contrapeso político que lo detenga o lo modere, su descomunal reto personal es contenerse a sí mismo con espíritu despótico. Sólo sobre esa base podrá cristalizar la transformación que ofreció.

En la desconfianza de sí mismo que todo gobernante debe tener por las muchas tentaciones que ofrece el poder, podría alentar la iniciativa que establezca legalmente la revocación del mandato.

Él mismo la ha sugerido. Con ello, se obligaría a sí mismo y por ley, a evitar los excesos que ha exhibido en el interregno de su triunfo y su asunción.

Porque su mandato, pudiendo ser considerablemente benéfico, podría devenir tan pernicioso como doloroso, lo que, muy probablemente… la sociedad no consentiría.

SOTTO VOCE… Un ambiente de confianza y credibilidad generaría la posibilidad que el presidente electo no se opusiera a que un grupo de inversionistas nacionales y extranjeros, sin apoyo de su gobierno, concluyeran el proyecto aeroportuario de Texcoco… Una de las promesas de campaña de AMLO se cumple: los ex presidentes ya no gozarán la pensión millonaria que tenían. Ninguno caerá en la pobreza. Con acciones como esa podría contener la pérdida de consenso derivada de la cancelación del NAIM… Tal y como se adelantó en este espacio, ha sido bien recibida la decisión de la Corte de autorizar la siembra y consumo de marihuana con fines recreativos… De todos los invitados a la toma de posesión de Andrés Manuel López Obrador, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, es objeto de repudio. No sería impensable que lo “desinviten” o que le digan: “oyes y te vas” …

ombeluniversal@gmail.com
@mariobeteta

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