Ayer volvió a ser un día turbulento para los mercados accionarios, aunque en Estados Unidos los principales índices rebotaron tras el lunes negro que significó la peor jornada desde agosto de 2011. Este martes, el Dow Jones repuntó 2.3%, el S&P 500 se recuperó 1.7% y el Nasdaq subió 2.1%. En México, el efecto de la resaca de Wall Street llegó retardado gracias al feriado por el Día de la Constitución. Pero llegó y la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) retrocedió ayer 2.1%, arrastrada por las caídas de Walmex, Femsa, Banorte, Grupo Carso, América Móvil y el Grupo Aeroportuario del Pacifico (GAP).

Llama la atención que las bajas de las emisoras de la BMV no se concentraron en uno o dos sectores, sino que cruzan el comercio minorista, la industria financiera, de telecomunicaciones, de construcción y turismo. En unos casos, como el de Femsa y GAP, su descenso está correlacionado con las pérdidas que tuvieron el lunes en Nueva York, mientras que en el caso de Walmart de México tuvo que ver con una toma de utilidades tras haber alcanzado un máximo histórico de 48.3 pesos el 8 de enero. Banorte está en proceso de fusión con Interacciones, lo cual agrega incertidumbre al futuro de la institución. Grupo Carso habría iniciado 2018 con el pie derecho, pero con la caída de ayer acumula una baja de 3.7% en el último año. En tanto, América Móvil, que también cotiza en Nueva York, tiene retos de frente como la separación “funcional” de Telmex y los candados que le pongan para participar en la licitación de la banda de 2.5 GHz.

Sin embargo, vale la pena revisar algunos casos particulares de empresas mexicanas que operan en Nueva York y que podrían ser presa de la volatilidad que mantendrán los mercados accionarios en ese país.

Asimismo, el efecto que podrían tener otras que no cotizan sus acciones en Wall Street pero que obtienen buena parte de sus ingresos de Estados Unidos y que podrían salir beneficiadas del mayor dinamismo de la economía estadounidense.

Empecemos por las que cotizan sus ADRs en la Bolsa de Nueva York, las cuales sufrieron el desplome de los mercados el lunes. Cemex encabezó las pérdidas, con una baja de 4.06%, seguida por Televisa (3.90%), GAP (3.83%), Coca-Cola FEMSA (3.62%) y FEMSA (2.76%). Ayer, empero, repuntaron. Cemex recuperó 3% en Wall Street, aunque en México cayó 1.9%; Televisa subió 1.22% en Nueva York, pero cayó 2.7% en la BMV; el Grupo Aeroportuario del Pacífico recuperó 1.7% en Estados Unidos y perdió 2.5% en la plaza mexicana, mientras que KOF y FEMSA aumentaron 2.2% y 0.9% en Wall Street, pero bajaron 1.8% y 1.9% en México, respectivamente.

En contraste, otras empresas que tienen plantas o envían sus productos a Estados Unidos y que podrían verse beneficiadas por la reforma fiscal, los mejores salarios y el crecimiento del consumo son Alfa, Bachoco, Bimbo, Gruma, Cementos de Chihuahua, Herdez, Cuervo, Autlán, Grupo Bafar, Cydsa y Grupo KUO.

El desplome de las bolsas de valores de Estados Unidos se dio luego de un extenso periodo de bonanza en el que sus principales índices alcanzaron niveles récord, lo que incluso fue aprovechado por Trump para alardear sobre la confianza de los inversionistas en su administración. Pero la exuberancia en Wall Street llegó a su punto de inflexión y ahora los analistas anticipan una corrección del mercado de un 20% en el 2018.

Hay analistas más conservadores, como Alonso Cervera, economista en jefe para América Latina de Credit Suisse, quien no comparte la proyección de que el mercado accionario de Estados Unidos llegó a su punto de inflexión y comenzará a bajar hasta un máximo de 20%, como lo predicen algunos expertos.

El temor de los inversionistas está fundado en el crecimiento de los rendimientos de los bonos del Tesoro de Estados Unidos y la política monetaria que seguirá la Reserva Federal, ahora presidida por Jerome Powell, a lo largo del año, cuando se esperan al menos tres nuevos aumentos a la tasas de interés que actualmente está en un rango de entre 1.25% y 1.50%.

La reforma fiscal que impulsó Donald Trump y que implica el recorte de unos 1.5 billones de dólares impulsó la contratación de trabajadores y los aumentos salariales por arriba de las expectativas de los analistas; esto generará una mayor inflación y, por ende, un endurecimiento de la política monetaria.

Lo que sucede en Estados Unidos deberá ser tomado en cuenta en la decisión de política monetaria de la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico), programada para este jueves. El gobernador del banco central, Alejandro Díaz de León, ha dicho que sus decisiones podrían desligarse de las de la FED, pero el consenso de analistas anticipa que se anunciará un nuevo aumento de 25 puntos base a la tasa de interés, para llevarla a 7.50%.

La renegociación del TLCAN, las presiones en el tipo de cambio y el proceso electoral seguirá generando incertidumbre y volatilidad en México. Así que abróchense los cinturones.

Twitter: @MarioMal
Correo: mario.maldonado.padilla@gmail.com

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