Dice Andrés Manuel López Obrador (AMLO) que no tiene enemigos, sino adversarios, pero sus hechos y declaraciones presumen otra cosa. El ejemplo más reciente lo dio este fin de semana en Zacatecas, cuando dijo que creará las condiciones para que el líder minero Napoleón Gómez Urrutia regrese a México de su exilio en Canadá. Vaya mensaje para los tres hombres más ricos de México: Carlos Slim, Germán Larrea y Alberto Baillères, cuyas concesiones mineras se han visto afectadas por huelgas o bloqueos del sindicato que encabeza Gómez Urrutia.

¿Qué gana AMLO con tenderle la mano a personajes como Gómez Urrutia, quien ha aceptado haberse reunido con Carlos Romero Deschamps, el líder del sindicato de Pemex al que el fundador de Morena considera uno de los hombres más corruptos del país?

En 2012, Carlos Pavón, líder de la disidencia del sindicato minero, acusó a Gómez Urrutia de financiar la campaña presidencial de López Obrador con recursos provenientes de un fideicomiso minero. ¿Para qué reavivar estos cuestionamientos con declaraciones como la del sábado? ¿Acaso le está pagando el favor de haberlo elogiado el año pasado en una entrevista con la periodista Adela Micha?

Esta nueva afrenta de AMLO a los empresarios se suma a las recientes acusaciones en contra del decano del Consejo Mexicano de Negocios, Claudio X. González Laporte, sobre una presunta solicitud al presidente Enrique Peña Nieto para evitar que llegue a la Presidencia.

Claudio X. González y Roberto Hernández, presidente honorario de Banamex, son los dos “villanos favoritos” del líder de Morena en el ámbito empresarial; sin embargo, su intención de echar abajo el proyecto del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México y revisar los contratos petroleros otorgados a firmas privadas lo ponen en contra de muchos más empresarios, algunos incluso a quienes hace poco les tendió la mano.

El año pasado, en una entrevista con el periodista René Delgado, AMLO mencionó a Carlos Slim, Olegario Vázquez Aldir, Ricardo Salinas Pliego, Emilio Azcárraga y María Asunción Aramburuzabala como empresarios honestos y posibles aliados. Quizá ignora que los dos primeros participan en la construcción del nuevo aeropuerto y que Mariasun tiene una estrecha relación con Banamex.

Miguel Alemán Velasco, el presidente del Consejo de Administración de Interjet y ex gobernador de Veracruz, dice que por razones como esta AMLO no cuenta con el apoyo de los grandes hombres de negocios del país.

La gran duda es si AMLO se convierte en presidente de México va a ‘perseguir’ o bloquear a los empresarios que no le son afines o a quienes hicieron grandes negocios durante la administración de Enrique Peña Nieto. Qué va a pasar, por ejemplo, con OHL México, con Grupo Higa, con Odebrecht, con empresarios como Alonso Ancira, de AHMSA, con la familia Hank, dueña de Banorte.

AMLO dice que no habrá cacería de brujas ni revanchas si llega a la Presidencia, pues su fuerte no es la venganza. Los empresarios, sin embargo, no le han comprado la promesa.

Reforma en telecom, a prueba. La licitación de espectro en la codiciada banda de 2.5 GHz será una prueba de fuego para el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) que encabeza Gabriel Contreras y para el gobierno federal, pues exhibirá el interés de los operadores en el sector luego de que les cambiaron las reglas del juego con la cancelación de la tarifa cero de interconexión y ahora abriéndole la puerta a América Móvil para que participe en la subasta, pese a ser el preponderante y poseer 60 Mhz de esta banda.

El pleno del IFT ya aprobó las bases de licitación de 120 MHz de espectro radioeléctrico en esta banda para ofrecer servicios inalámbricos de telefonía e internet móvil. La concesión será por 20 años; el Valor Mínimo de Referencia se fijó en 350 millones de pesos por cada bloque de 20 MHz y la garantía de seriedad en 700 millones de pesos.

Como se sabe, en mayo pasado la empresa de Carlos Slim le compró a MVS, de la familia Vargas, 60 MHz de espectro en esta banda. Aunque no se dio a conocer el monto del acuerdo, se estima que osciló entre los mil 700 y 2 mil millones de pesos.

El esquema que tiene México para el pago de los derechos anuales por el uso de espectro radioeléctrico elevará el costo de esta licitación, según especialistas. Y ya de por sí en México el costo del espectro como porcentaje de los ingresos de los operadores de telecomunicaciones es de casi 8%, mientras que el promedio de los países de la OCDE es de 4%, de acuerdo con la consultora Analysys Mason.

Twitter: @MarioMal
Correo: mario.maldonado.padilla@gmail.com

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