El golf mexicano atraviesa uno de sus momentos más dulces. Visitar un campo durante el fin de semana se convierte en una gran experiencia, hay infinidad de carritos

pasando de hoyo a hoyo, caddies con las bolsas de los foursomes, jugadores riendo, pensando en su siguiente tiro, sintiéndose Tiger Woods. El golf se ha convertido en un estilo de vida y, sobre todo, de hermandad.

Y no es coincidencia que este deporte tenga un crecimiento exponencial, muchos factores se han tenido que sumar para que este boom se dé a pasos agigantados. Lorena Ochoa, (todos sabemos de quién hablamos y no tenemos que saber nada de golf), fue esa punta de lanza para que los ojos de millones de mexicanos voltearan a ver este deporte y más aún niños que sueñan en convertirse en una estrella deportiva. Hoy Lorena es, sin temor a equivocarme, una de las cinco figuras deportivas más emblemáticas en la historia del deporte mexicano, junto a Hugo Sánchez, Julio César Chávez, Fernando Valenzuela.

Si escuchamos hablar a quienes hoy ponen el nombre de nuestro país en alto, siempre, invariablemente, le dan crédito a Lorena, fue ella quien a través de sus campeonatos los motivó a pertenecer a este deporte.

Hace unas semanas, María Fassi se convirtió en la primera jugadora mujer en jugar en el mítico campo de Augusta. Hoy está en la tercera posición del ranking amateur. A la semana siguiente, Álvaro Ortiz fue apenas el tercer mexicano en participar en el torneo más importante del mundo, el Masters; Gaby López finalizó en el top 5 en Hawai; Abraham Ancer, Roberto Díaz y Carlos Ortiz en la PGA… y así podríamos seguir, la lista es larga de mexicanos que viven este crecimiento.

Sumado a esto, se tiene una Federación Mexicana de Golf sólida, comprometida con el deporte, que genera programas de desarrollo infantil, que hace giras para buscar talentos en los estados, que entiende que es el momento idóneo para catapultar a los jóvenes que se interesan por un deporte que en algún momento se pensó era “sólo para viejitos”. Las Asociaciones estatales trabajan de la mano de la Federación con un fin común, todos jalan parejo. Es un ejemplo de que en México se puede trabajar de forma conjunta y donde no hay intereses personales por encima de los deportivos.

Se estima que para 2019 el número de golfistas crezca. Son poco más de 80 mil los que hoy juegan al golf y de los cuales, poco menos de la mitad están registrados en la Federación Mexicana, lo que es positivo para tener un control.

El estigma de ser un deporte elitista poco a poco desaparece. Los campos públicos están a reventar, las horas de salida cada vez son más apretadas, pero lo que siempre se ve son personas practicando un deporte que hoy vive un momento de crecimiento a pasos agigantados en nuestro país. Da gusto ver los ranges con familias enteras, con mujeres aprendiendo, con profesores enseñándole a los niños y a adultos intentado mejorar, buscando ese swing adecuado para bajar el hándicap.

El golf en México crece y está de moda.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses