La plataforma más importante del streaming televisivo, exenta de publicidad sorpresa, con varios planes de membresías, tira aparte de algunas películas y documentales sus nuevos anzuelos del mes: Tijuana, una nueva serie dramática de investigación periodística, crimen y doble cara, donde varios periodistas arriesgan su vida para descubrir a los culpables del artero asesinato de un político aspirante a un cargo en el gobierno.

La historia protagonizada por Damián Alcázar y un reparto competente que arranca con buenos augurios cae de pronto en una lentitud complaciente que no lleva más que a un peligroso ronquido permanente en el capítulo cinco, que es como la media tolerada para seguir enganchado, o abandonar la historia en busca de cosas mejores.

Lo mismo sucede con Falsa identidad que, en una primera instancia, pintaba como otra de las mil y unas historias del narco para, en sus tres primeros capítulos, descarase como un kilométrico culebrón telenovelero cursi de 42 episodios. Luis Ernesto Franco y Camila Sodi, se pelean el derecho para ver quién resulta más hígado. Su español sonorense es de risa loca, como la actuación robótica de los hijos de la Sodi. Nadie muere cuando debe, los políticos como Álvaro Guerrero y el presidente municipal son lamentables, la policía pueblerina representada por Eduardo Yáñez es corrupta hasta las cachas y el hijo borracho y golpeador de éste es de pena ajena.

Apenas se salvan el rey del ejido narco, Sergio —pleito personal con Yalitzia Aparicio— Goyri, su maldita hija, Samadhi Zendejas; mi bruja favorita: Gabriela Roel y Alejandro Camacho, con una historia dirigida a tres cabezas con guión derrapante de cinco gentes y la maldición de Argos y Telemundo. Sin embargo, no todo está perdido. Ahí están los buenos ejemplos del cártel de Cali (Narcos 2) y del de Guadalajara (Vieja Generación), de Narcos 3. A ver sí aprende Epi y asociados.

Kyzza Terrazas, el del documental de rap mexicano Somos lengua (de lengua me canto un taco) se mete a bayoneta calada en un relato boxístico de cuadrilátero finlandés con la historia del tijuanense Bayoneta Galíndez (Luis Gerardo Méndez) entrenador de un gimnasio local y bebedor nocturno profesional. Su necesidad de redención personal lo lleva a un cambio emocional de golpes que le ha dado la vida para que acabe aceptando su pasado y su futuro con los guantes de box. Hay críticos veteranos que se han volcado en elogios por esta película.

¿Cómo volverse cómplice de un grupo de exmilitares mercenarios selectos asesinos y ladrones, a los que les pasa de todo cuando de tratar de cargar millones de dólares? Es fácil: volverse uno de ellos y, en la huida, utilizar el dinero como mejor les indique la razón. Tanto robar para luego no disfrutarlo es la disyuntiva de este tenso y emocionante largometraje dirigido por J.C. Chandor. Parecen tan buena onda a la hora de robar que todo mundo quiere unirse al grupo. Sin embargo, la realidad puede resultar al final cruel.

Extremadamente cruel, malvado y perverso. Es el título de este thriller criminal, que rememora las hazañas del carismático y letal: Ted Bundy. Lo dirige Joe Berlinger y lo protagoniza Zac Efron, sobre la visión personal de la amiga de Ted, Elizabeth Kloepfer.

pepenavar@gmail.com

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