Para los acostumbrados al plomo derretido y al decibel desmedido del metal, que reina en una buena parte del mapa mundial del rock, la editorial española Malpaso saca en español y en digital el primer volumen de los monstruos californianos, que han vendido —según el primer volumen en riguroso negro, de Paul Brannigan & Ian Winwood, destinado a poner orden en el caos sonoro— más de 100 millones de discos de su discografía global en el planeta.

Del Grammy, en el que no creen los que visten de negro con estoperoles y puntas afiladas, han ganado muchos que justifican varios números uno en las listas que indican el camino al éxito (Billboard), hazañas sólo comparables a las de Beatles y Stones. Las críticas cargadas de elogios se deben a los de orejas que no temen sorderas que no valgan la pena, y mucho se basan en el sonido del estruendo que comenzaron en un garaje de Los Ángeles, de donde salieron a comerse el mundo de las aleaciones de fierro.

Quien haya tenido que ver con el trepidante éxito mundial de la banda como parte del crew, lo mismo que los autores que conversaron largos meses con ellos, tienen un reconocimiento en la primera mitad de su odisea de fandango metalero, que llega en esta primera parte al legendario Black album que arrolló en metralla y tableteo que dañó varios oídos que ya sabían a lo que se enfrentaban.

La fama de los autores —Rolling Stone, Mojo, Kerrang!, NME, Metal Hammer…— justifican cada trazo de metal de lo escrito en esta especie de “biblia negra”, de un sumario de hierro apenas contendido en 10 capítulos de artillería pesada que no tienen desperdicio en cuestiones de historia, sonidos y objetivos bien definidos que los han vuelto dioses míticos del metal en su más cataclísmica expresión de trash metal por vía de la discográfica Elektra y otras.

Todos los involucrados vivos y muertos (Lars Ulrich, James Hetfield, Kirk Hammett, Robert Trujillo, Dave Mustain, Lloyd Grant, Ron McGovney, Cliff Burton, Jason Newsted) dan santo y seña de su paso, estancia, pérdida de trabajo y cuentas bancarias, de los que han sobrevivido al mundillo del rocanrol cobrando barbaridades en metálico por discos, conciertos, reciclajes en DVD, Blu-ray y desborde en plataformas digitales del plomo de altos decibeles. Un libro imprescindible para los que a lo mejor ya no oyen bien de tanto bombardeo, pero como dicen algunos, ni tanto que queme al sordo como al que ilumine y le vuele el cerebro con su heavy.

Ya se sabe, sobre todo tratándose de Malpaso, no falta la inclusión para los que no quieren comulgar con el papel de su correspondiente E-Book gratuito, y fácil de descargar en la compra del libro (de 2014) del cual ya se espera su segundo volumen.

En términos metálicos, hoy por la noche en la Arena Ciudad de México tres agrupaciones dedicadas al metal bruñido (Halloween, Arch Ennemy y Kreator) se medirán en decibeles. Arch Enemy, usando el sentido común en materia de relaciones públicas con tantas redes sociales sueltas y con la disquera Sony como aliada, tocará en el mejor lugar —el de en medio— promocionando su álbum Will Power (su álbum 11 de estudio) donde para algunos fans del fierro de esta banda sueca, les dan las tres a, por ejemplo, Rammstein. Algo que no hay que perderse, sobre todo por el increíble rango vocal de la cantante Alissa White-Gluz, educado con gárgaras de ácido.

pepenavar60@gmail.com

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