Hace una semana estuvieron en la CDMX para promover dos discos y su debut homónimo (2014): su segundo, Peregrino (2017) y su tercero (2018): Música para domar monstruos y, aprovechando, ofrecer dos conciertos en el teatro Benito Juárez donde estos oriundos de Aguascalientes formados hace seis años añadieron posibilidades ilimitadas de lo que mejor dominan en la escena y el estudio: música de cámara y recámara roquera, jazz eléctrico, swing, sonidos balcánicos, pop, fusión y lo que cabe en una imaginativa sorprendente.

Los vio gente proclive a encontrarse y maravillarse con una gama de sonidos poco conocidos en el rock nacional. Sin embargo, para darle oportunidad a los que no los vieron por desconocimiento de causa y efecto de lo que vale en la raquítica escena roquera mexicana, malacostumbrada a más de lo mismo, van a estar programados en el Vive Latino 2019, al parecer en la Carpa Intolerante, cuna muchas veces de lo impensablemente sonoro.

La banda que graba en el sello Ropeadope Sur, integrada por inquietos encubiertos: Gerardo Casmu (guitarra), Yabib Bautista (violín), Marco Gregoire (contrabajo), Claudio Gardea (batería), José Lara (trompeta) y Edgar Estrada (clarinete), graban y confeccionan su propio material, que venden con un merchandise para la ocasión en sus conciertos, tocadas y lo que se presente promocionalmente.

El trabajo de estudio, mezcla y producción ha ido de la mano de gente como el guitarrista demócrata del indi, Tood Clouser y Steve Albini, famoso por sus trabajos con agrupaciones como, Jimmy Page y Robert Plant, The Breeders, Nirvana, Pixies, The Cribs, Andy Prat, además de otros especímenes indies y alternativos. Para Albini, étnico del dixieland, La Pingos es la segunda banda mexicana —la primera fue Descartes a Kant— con la que viajó expresamente desde Chicago con sus sesiones grabadas para combinarlas con lo grabado en el Testa Estudio.

Un aprendizaje fundamental que llevó a La Pingos a otras latitudes sonoras que caben en la denominación de etno dixieland fue la incorporación de otros elementos de música tradicional hecha en el país. Los interesados a profundidad en la banda pueden echarle un vistazo a un minidocumental con Albino y la banda en los Testa estudios que se encuentra disponible en YouTube.

Ahora, con la posibilidad de acceder a otros escuchas en el próximo Vive Latino, La Pingos Orquesta tendrá la posibilidad de mostrar sus avances, más allá de los covers de swing francés con que se iniciaron, combinado después con el toque balcánico y el efecto de música Klezmer, producida hasta el momento por otra banda mexicana (Klezmerson) bajo la dirección del excéntrico John Zorn.

Pero como siempre sucede con este tipo de grupos, su lucha contracorriente es todavía más compleja para su supervivencia musical, ya que hacen lo deslumbrante casi siempre en condiciones adversas, con músicos virtuosos en país equivocado, San Benito con el que todos cargan. Aun así, en su caso, los planetas parece que se están alineando con diversas mezclas de sonido, historias propias y emociones sonoras encontradas que los hacen diferentes.

Oído: no todo en Aguascalientes es El Azote, El que ríe al último o su hijo predilecto: el irredento y punk por instinto, más que por vocación, Armando Palomas. En el Vive Latino podrán comprobar su calidad.

pepenavar60@gmail.com

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