Quien quiera que sea el técnico de la Selección Nacional en el proceso a la Copa del Mundo 2022 debe tener clara una cosa: ese proyecto debe centrarse en jugadores jóvenes, olvidarse de la generación del fracaso, que desperdició tres oportunidades mundialistas.

Basarse y confiar en futbolistas con hambre, con talento. Obviamente se debe destacar a  Hirving Lozano como el líder, el mejor mexicano del momento. Y no por caer en un lugar común de los tantos que abundan en el periodismo deportivo, sino porque en verdad es quien debe convertirse en el eje del equipo mexicano, por la calidad y personalidad que tiene.

Y vaya que le costó consolidarse como una opción con el equipo mexicano. Cuando Juan Carlos Osorio comenzó a utilizarlo en la eliminatoria a Rusia 2018, lucía como un futbolista falto de carácter para tomar la batuta de un equipo, en los momentos en los que las figuritas de papel —o de las redes sociales—, se apagaban ante la responsabilidad de sacar los resultados en partidos poco favorables.

Jugar en Holanda, convertirse en referente del PSV Eindhoven, le dio esa personalidad y una mentalidad superior a la de muchos otros de los seleccionados nacionales. De ahí que para el proceso al 2022 no se necesite más de Javier Hernández, Miguel Layún, Giovani dos Santos y otros más que nunca tomaron ese compromiso como debían y lo convirtieron en una demagogia barata con la que han navegado en los últimos años, que combinado con la necesidad de los patrocinadores de la Selección, los ha mantenido en el puesto.

Por eso es que quien llegue como entrenador debe olvidarse de esos nombres y desde el inicio comenzar a trabajar en un proyecto que tenga a Lozano como eje, acompañado, claro, de otros jóvenes con talento y algunos futbolistas consolidados con ganas de seguir aportando. Y no es que Hirving Lozano sea el salvador del futbol mexicano, que no se malentienda; simple y sencillamente es aprovechar su talento, la mentalidad que ha mostrado y las ganas de trascender.

Ojalá que en el camino no caiga en el conformismo que han mostrado muchos otros que han pasado sin conseguir algo importante, al momento de sentirse estrellas. Que en su camino cuente con la gente que lo ubique sin importar, incluso, que vaya a otro club de Europa con mayor trascendencia que el PSV.

Por lo pronto, seguro que jugará por lo menos la Fase de Grupos de la Champions League, luego de que en el partido de ida de la Fase Previa su equipo sacó ventaja como visitante ante el BATE Borisov de Bielorrusia y el próximo miércoles no deberá tener problema para amarrar su clasificación en casa.

Esos son los jugadores que valen la pena; a los demás, que tengan buena suerte, pero ojalá que si son congruentes se hagan a un lado para dejar que otros hagan lo que ellos nunca pudieron. 

 @gvlo2008
gerardo.velazquez@eluniversalbgwire.com.mx

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