Quitarle valor a las primeras conquistas del Guadalajara en este 2019 es no reconocer la mejoría del equipo, el esfuerzo que se ha hecho para levantar a la institución, el orgullo de los futbolistas, la estrategia del cuerpo técnico, la boca cerrada de sus dirigentes.

Hoy, las Chivas son la gran sorpresa del torneo con sus cuatro victorias –dos en Liga y dos en Copa—, merecen presumirlo y gritarlo después del desastre del pasado. Seamos justos con el equipo más popular de México , queda claro que es borrón y cuenta nueva. El plantel fue renovado, reforzado para cambiar la mala imagen de antaño.

Los refuerzos han caído de maravilla y los que se quedaron entienden su responsabilidad en el cuadro tapatío. Que buen soporte en mediocampo es Jesús Molina, Hiram Mier no desentona en la central, Alexis Vega complica a los defensas, Isaac Brizuela recupera su mejor forma y Pulido es protagonista. Es el inicio, falta mucho por hacer, pero sin duda, el arranque ha sido sobresaliente.

Guadalajara

alcanza muy buenos momentos en los partidos, da gusto ver a un equipo que toma una confianza bárbara; se ven ligeros, rápidos, astutos. Hasta ahora, el único que no ha estado a la altura es Javier López, ojalá cambie la actitud de este joven.

Pueden pensar lo que se les pegue la gana sobre mi forma de ver a esta versión de Chivas. No soy palero, ni porrista. Le doy la razón y el beneficio de la duda a la reingeniería del Guadalajara.

@elmagazo

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