La promesa: intentar que el tema “Cultura” sea parte del tercer debate de los candidatos a la Presidencia de México. En una reunión con los autores del libro ¡Es la reforma cultural, Presidente! y miembros del Grupo de Reflexión sobre Economía y Cultura (Grecu) de la UAM, Raúl Padilla López, responsable de la agenda cultural de la coalición “Por México al Frente” (PAN, PRD, MC) reconoció que sí es necesaria “una profunda reforma cultural”.

Una semana después del encuentro con Alejandra Frausto, de la alianza “Juntos haremos historia”, el presidente de la FIL de Guadalajara, acompañado de Nicolás Alvarado, dedicó más de tres horas a responder las preguntas de una comunidad de especialistas y expertos en creación y gestión cultural. Aunque advirtió que no será él quien asuma la secretaría de Cultura (SC) en caso de que Ricardo Anaya gane el 1 de julio, expuso los ocho ejes de su propuesta cultural y reconoció dos omisiones: un proyecto cultural que contemple a la infancia (educación artística desde nivel preescolar con personal especializado) y una agenda digital de cultura.

El diálogo, ya disponible en YouTube, dio como resultado, entre otras cosas, un diagnóstico muy crítico con datos como los siguientes: Ciudad de México concentra 90% de los museos del país. Hay una sobresaturación administrativa y burocrática en la Secretaría de Cultura, el INBA y el INAH. Entre 90% y 95% de los municipios no tiene una instancia cultural. Está pendiente una agenda digital para la cultura que genere, ya no sitios en Internet, sino un ecosistema digital (infraestructura de banda ancha, servicios y conectividad, contenidos culturales, aplicaciones, plataformas y usuarios). Sólo 2% de la población es lectora activa. El 65% de la producción editorial la hace el Estado “en detrimento de la industria”. El hábito lector ha descendido en los últimos tres años: 45% de los mexicanos mayores de 18 años leen algo de vez en cuando; en 2015 era el 50%. Entre 60% y 70% de los creadores carecen de seguridad social. No hay una política fiscal que aliente la filantropía cultural. El sistema de “etiquetados” en el Congreso ha sido “perverso”. Las culturas populares indígenas sólo reciben 20% del presupuesto federal para que 20% de la población reciba el 80%. Se ha perdido más del 50% de la planta productiva artesanal. México ha ido disminuyendo, desde la década de los 80, un importante activo: la diplomacia cultural, y no se ha generado una política cultural que vincule a los mexicanos en Estados Unidos con su país de origen.

Fue una reunión sustantiva. Y cabe recordar los ejes temáticos de Padilla: Política integral de cultura, no sólo en bellas artes. El país, no sólo el centro. Cultura como motor de desarrollo. Cultura como creadora de ciudadanía. Diversidad cultural y no hegemonía. Educación y formación artísticas y apoyo a los creadores. Cultura con un presupuesto digno (1% del PEF) y Reestructuración de la Secretaría de Cultura.

Padilla pone énfasis en la urgencia de la lectura. Y propone otras medidas polémicas, como la fusión Cultura-Economía-Turismo y la firma de convenios con otros museos del mundo para intercambiar piezas que están embodegadas.

Extraño que diseñe la política cultural, pero se niegue a ser secretario de Cultura. Aun así, el lunes próximo debatirá con Alejandra Frausto, Consuelo Sáizar (responsable de Cultura con Margarita Zavala) y Javier Lozano (de “Todos por México”), en el Centro Cultural Roberto Cantoral. Moderan: Eduardo Cruz Vázquez y Francisco Moreno.

adriana.neneka@gmail.com

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