Para colmo de males, el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) no sólo carece de presupuesto, menos operaciones y tarifas poco competitivas, sino también reporta más de mil vuelos cancelados por culpa del mal clima.
Entre enero y septiembre de 2023, el aeropuerto canceló mil 170 operaciones por condiciones meteorológicas adversas, según la información más reciente de la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC). Esta cifra significa ocho veces más que en el mismo periodo de 2022, cuando el mal clima obligó al cese de 146 vuelos.
También se trata de la mayor cantidad de operaciones canceladas por este motivo desde que hay cifras comparables en la agencia, a partir de 2018.
El año pasado, la meteorología fue la tercera principal causa de la suspensión de vuelos en el Benito Juárez, la cual se relaciona con eventos como lluvia, neblina, tormentas eléctricas, nieve, así como vientos en contra y cruzados.
El aeropuerto capitalino siempre reporta más cancelaciones, porque su infraestructura ya está limitada y por eso se pensó en el proyecto de Texcoco, opinó Jonathan Félix, analista del sector de aviación en Verum. Desde su punto de vista, las cancelaciones responden a una combinación de factores, como las nuevas rutas y el diseño aéreo, pero principalmente con el registro ante la autoridad.
“Cuando las aerolíneas cancelan un vuelo deben reembolsar el dinero del boleto al pasajero, pero si justifican la cancelación con el mal clima ya no tienen que responder. Sin embargo, el aeropuerto también ya está saturado y viejo y puede que ya no puedan salir tantos vuelos”, explicó en entrevista con EL UNIVERSAL.
El analista de Monex, Brian Rodríguez, descartó que el cambio climático se encuentre detrás de las cancelaciones, sino más bien coincidió con la infraestructura limitada del Benito Juárez.
“El terreno del AICM ya no le permite satisfacer la creciente demanda de pasajeros, debido a la mayor población de clase media y el gran apetito por viajar de parte de los millennials en comparación a generaciones pasadas, lo que provoca que cada vez haya nuevas rutas y frecuencias”, dijo a este diario.
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Aeroméxico acapara suspensiones
De enero a septiembre pasado, Aeroméxico canceló 868 vuelos argumentando condiciones meteorológicas adversas, lo que significó 74% del total. Le siguieron Viva Aerobus y Volaris, con 130 y 91 operaciones suspendidas, respectivamente.
Luego de 19 meses bajo protección legal, la aerolínea del Caballero Águila dio a conocer en marzo pasado que concluyó su proceso de reestructura financiera bajo el capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos, lo que le permitió regresar de lleno a la pelea por el mercado aéreo en México.
“Estamos listos para iniciar un nuevo capítulo en la historia de nuestra compañía apoyados por una fuerte base financiera, una sólida estructura de capital e inversionistas que tienen plena confianza en nuestro futuro”, aseguró Andrés Conesa, director general de Aeroméxico.
Los registros de la AFAC indican que mayo fue el mes con más cancelaciones por el mal clima, con 827 vuelos no realizados y representó 71% del total reportado por este motivo de enero a septiembre.
Tras la reestructura, es posible que Aeroméxico cancelara vuelos y los haya logrado registrar considerando condiciones meteorológicas adversas, explicó Jonathan Félix.
El presidente de la Asociación para la Cultura y el Turismo en América Latina (Actual), Armando Bojórquez, coincidió en que varias aerolíneas suspenden vuelos por problemas de operación, no por el mal clima.
“Muchas veces, las líneas aéreas argumentan la meteorología para no reembolsar el boleto al usuario cuando cancelan vuelos. No puede ser que en mayo, cuando hay buen clima aquí y en Estados Unidos, se hayan registrado más cancelaciones”, dijo a esta casa editorial.
“Es muy extraño que Aeroméxico haya tenido tantas cancelaciones si consideramos que Volaris y Viva Aerobus cuentan con más operaciones”, hizo ver el también integrante de la Concanaco-Servytur.
En su opinión, el prestigio de la Ciudad de México como destino turístico es afectado por las cancelaciones en el aeropuerto, cuyo tráfico sumó casi 312 mil vuelos de enero a noviembre de 2023, por debajo de los 333 mil del mismo periodo de 2022, debido al control establecido por la autoridad para aliviar su saturación.