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Después de reducir la calificación soberana el viernes pasado, Moody’s informó ayer que bajó la nota crediticia de Pemex hundiéndola más en el grado especulativo de inversión o bono basura, al pasar a B1 desde Ba3, y cambió su perspectiva a estable desde negativa.
“La reducción fue motivada por la baja de la calificación de México, dada la importancia crítica de la fortaleza y el apoyo financiero del gobierno en la evaluación del crédito y alto riesgo de liquidez de Pemex”, dijo la agencia en un comunicado.
La firma explicó que los precios elevados del petróleo en 2022 y 2023, en comparación con los niveles de 2020 y 2021, respaldarán una mayor generación de efectivo en el negocio de exploración y producción de Pemex, pero simultáneamente aumentarán las regalías y los costos operativos en el negocio de refinación.
“Si bien el crecimiento de la producción de petróleo y gas ha estado por debajo de los objetivos de gestión, es positivo que, desde 2019, Pemex haya tenido éxito en mantener la producción y reservas relativamente estables”, dijo.
No obstante, estimó que entre 2022 y 2024 la compañía sólo podrá mantener la producción y las reservas en los niveles actuales dada su incapacidad para invertir mayores sumas de capital en exploración y producción.
“La calificación B1 de Pemex toma en consideración el análisis de incumplimiento conjunto de Moody’s, que incluye los supuestos de la calificadora de un apoyo gubernamental muy alto en caso de necesidad y una correlación de incumplimiento muy alta entre Pemex y el gobierno de México”, expuso.
La agencia resaltó que desde 2016, y cada vez más desde 2019 y hasta 2021, el gobierno ha apoyado a Pemex de varias maneras, incluidas inyecciones de capital, reducciones de impuestos y redención anticipada de notas por cobrar del gobierno.
“Moody’s asume que el gobierno, como prometió, continuará financiando las necesidades de efectivo de Pemex y ayudará a la empresa a cumplir con sus obligaciones de amortización de deuda de 5 mil 100 millones de dólares en 2022, 7 mil 500 millones de dólares en 2023 y 8 mil 900 millones de dólares en 2024”, resaltó.
Además, dijo que Pemex tiene liquidez débil y depende en gran medida del apoyo del gobierno.
“Moody’s estima que Pemex tendrá un flujo de efectivo libre negativo sustancial en los próximos 12 a 18 meses, impulsado por una generación operativa de efectivo insuficiente para pagar gastos de intereses, impuestos y gastos de capital”, añadió.
“La perspectiva estable de las calificaciones de Pemex se basa en la expectativa de Moody’s de que la estrategia comercial y el perfil financiero de la empresa permanecerán sin cambios en los próximos 12 a 18 meses; también considera la perspectiva estable actual de las calificaciones de México”, agregó la firma.
“Debido a que la calificación de la petrolera depende en gran medida del apoyo del gobierno de México, un cambio en los supuestos de Moody’s sobre el apoyo del gobierno y su oportunidad podría conducir a una rebaja de la calificación de Pemex”, dijo.
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