Los cambios tan profundos que han trastocado al país en las últimas décadas; la apertura comercial, la urbanización, la transición democrática, las permutas de poder político en pocos sexenios, la redistribución en la pirámide poblacional de un país de jóvenes hacía un país de viejos, por hablar solo de algunos, constituyen lo que debería ser un cambio inminente (pero sobretodo sustentado) en la orientación de las políticas públicas que permitan aminorar problemas que parecen estar arraigados en lo más profundo de las entrañas de un país que por episodios parece estar convaleciente. El tema de los delitos y la violencia surgen como una de las problemáticas de mayor impacto en casi todas las Entidades del país, entre ellos, los delitos de robo son de los más frecuentes y tienen impacto no solo sobre el patrimonio de la población, sino también sobre el capital social, bienestar y confianza de los ciudadanos.

En el estado de Chihuahua, la tasa anual de robo a casa habitación más alta en los últimos 15 años se registró en el 2001, alcanzando 223 robos por cada 100 mil habitantes como promedio estatal, a partir de esa fecha descendió hasta alcanzar una tasa anualizada en el presente año de 77 por cada 100 mil habitantes, sin embargo, este delito debe ser analizado por municipio ya que esto permite desagregar elementos para una concepción del problema mucho más focal, según datos proporcionados por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (a junio 2015) las cifras desagregadas provocan un análisis considerablemente sustancial; analicemos el caso de Delicias en el que los delitos contra la propiedad  cuentan con una tasa bastante mayor que los delitos contra las personas, la situación es aún más acentuada ya que en algunos casos triplica a las tasas registradas a nivel nacional.

Delicias es un municipio  de Chihuahua con un nivel importante de población (137,935 habitantes). Las estadísticas muestran niveles de denuncia similares a los del país, más allá de lo anterior, se debe destacar que la proporción de delitos contra la propiedad en esta ciudad es por mucho superior de la que se registra a nivel nacional;  y es que tan solo esta ciudad posee una tasa hasta junio 2015 de 218.1 robos a casa habitación por cada 100 mil habitantes en tanto que la media Nacional es de 76, mientras que los delitos de robo a negocio y robo de vehículo presentan también tasas superiores a la nacional.

El artículo 367 del código penal federal concibe como delito de robo al acto en el cual una persona se  apodera de una cosa ajena mueble, sin derecho y sin consentimiento de la persona que puede disponer de ella con arreglo a la ley.

Lo realmente importante para prestar atención hacía una redirección de estrategias en seguridad es que, tras el delito de robo generalmente hay motivos económicos, este problema no solo es frecuente sino que puede ser un importante incentivo para la generación nuevos delitos y delincuentes, las consecuencias van desde lesiones hasta homicidios, se generan además  daños materiales y psicológicos;  las personas pierden sus pertenencias, pasan por una experiencia traumática lo que disminuye su calidad de vida y aumentan su nivel de temor, que a su vez afecta el capital social, es decir, una afectación negativa sobre la confianza y deseos de tener una participación en grupos colectivos (baja participación ciudadana).

Otra de las implicaciones, según la Fundación Paz Ciudadana, es el posible fortalecimiento de un sector informal que funciona al margen de las normativas del comercio formal (permisos municipales, tributarios, etc.), lo anterior desemboca en una competencia desigual con el comercio establecido según el tipo de bien, sin pasar por alto la generación de una serie de condiciones que constituyen factores de riesgo para las víctimas de este delito (familias, vecinos, etc.).

Delicias tiene menores tasas de delitos violentos como secuestros u homicidios; la tasa de homicidios dolosos es de 9.2 por cada 100 mil  habitantes cuando la nacional es de 13, pero a nivel estatal existen municipios con tasas de hasta 30.1 y 24.5 como Parral y Cuauhtémoc respectivamente.  En consecuencia,  se debería pensar que cuando en el primer municipio mencionado se habla de delincuencia, en gran medida se vincula a delitos contra la propiedad, por lo tanto parte importante de las políticas de seguridad ciudadana en este municipio deberían referirse a políticas de prevención y control de estos delitos.

En el contexto anterior, ha  surgido en la experiencia internacional un enfoque para disminuir este problema de seguridad, basado en el hecho de que la mayoría de los delitos contra la propiedad son cometidos para posteriormente obtener dinero a partir de su venta. Esta aproximación, conocida como Enfoque de Reducción de Mercado (ERM) desarrollada principalmente en el Reino Unido y en Australia, sostiene que en gran parte la existencia de los delitos contra la propiedad se sustenta en las oportunidades de comercialización. En consecuencia, la disminución de la demanda por especies robadas producirá una disminución en la comisión de delitos, por lo tanto en la medida que, a través de diversas técnicas, se logre intervenir y disminuir las oportunidades de comercialización, se podrá disminuir el atractivo de robar y, en consecuencia, disminuir también la frecuencia y la magnitud de los robos.

Los desafíos que se tienen por lo tanto, son una entera coalición por  parte de todos los sectores involucrados, se deben generar dentro de las propias instituciones compromisos de participación ciudadana en el sentido de la denuncia, puesto que no pueden haber estrategias efectivas sin decisiones sustentadas, ni pueden haber decisiones sustentadas sin información  confiable, ni información confiable sin participación de la ciudadanía a través de la denuncia y esta última no puede darse sin procesos claros y combatientes de la corrupción.

Se destaca por lo tanto, que en Delicias ha habido un claro esfuerzo de las autoridades en disminuir delitos como el homicidio, sin embargo, es evidente que falta mucho por hacer en la temática de los robos, sobre todo en una verdadera coordinación y trabajo de inteligencia policiaca, que sin pretextos se avoque a mejorar la seguridad en todo el estado ya que como se ha podido constatar con Tijuana Baja California, el tema no debe darse por solucionado, porque en el momento de bajar la guardia, se le otorgan espacios al crimen organizado para resurgir.

El sector gobierno y el empresarial, pero sobre todo la sociedad civil organizada deben entender que el involucramiento en el tema de seguridad por parte de los ciudadanos debe ser trascendental, que cada día el crimen evoluciona y se adapta como hoy denotan las estadísticas que hacen evidente cómo se reacomoda el crimen en distintos delitos y localidades que le permiten trabajar sin tanta coacción.


Martha Ivonne Alvídrez Méndez

Directora del Observatorio Ciudadano de Gobernanza y Seguridad

Gerardo Chávez Saldaña

Presidente del Observatorio Ciudadano de Gobernanza y Seguridad

@OOGSdelicias @ObsNalCiudadano

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