A finales del siglo XX, la industria automotriz comenzaba a tomar un camino que dejaba atrás las propuestas deportivas y pasionales para dar entrada a un segmento que ganaba popularidad entre todos: las SUVs .

Marcas que toda su existencia se dedicaron a la comercialización de modelos deportivos, como Porsche , comenzaron a sentir que perdían la batalla ante esta nueva corriente de vehículos. Por esto, la firma alemana anunció que producirían su primera camioneta y los pasionales de los alemanes se mostraron descontentos con la noticia.

Las críticas a Porsche fueron muchas, algunas argumentando que con esto se despedían de su ADN deportivo y sucumbían ante la presión de la industria, pero ellos tenían la justificación perfecta para su producto.

Muchos de los dueños de tenían también en su garage una camioneta de lujo para pasear con la familia, por lo que querían mantenerlos en la marca con su propia propuesta, a la que llamarían Cayenne.

Así, en 2003, rodó fuera de la línea de ensamble la primera Porsche Cayenne , una camioneta que compartía sus bases con la Volkswagen Touareg, pero se enfocaba en aquellas personas que necesitaban un vehículo familiar, pero no querían dejar la diversión a un lado.

La historia del diseño que salvó a Porsche de la bancarrota
La historia del diseño que salvó a Porsche de la bancarrota

La Cayenne S de esa época echaba mano de un motor V8 de 4.5 litros que iba de los 350 a los 450 caballos de fuerza, haciéndola la SUV más poderosa del mercado. Se podía escoger con una transmisión automática de 6 velocidades y tracción integral, así como una suspensión de aire que variaba la altura poco más de 10 centímetros dependiendo el caso.

Cayenne se presentó como una revolución en la marca, que cumplió su objetivo y comenzó a ganar popularidad en el mercado gracias a su espíritu deportivo y practicidad para las actividades diarias.

Para el 2008, Cayenne recibió su primera renovación, aumentando la potencia a casi 500 caballos de fuerza. Al poco tiempo, Porsche presentó la variante Turbo S, que retomó el título de la camioneta más potente del mundo con 550 caballos de fuerza .

Para su segunda generación, lanzada en 2011, Cayenne tomó un camino amigable con el medio ambiente gracias a variantes como la S Hybrid, que aprovechaba el bloque V6 de Audi y lo emparejaba con un motor eléctrico para dar un total de 380 caballos de fuerza.

La historia del diseño que salvó a Porsche de la bancarrota
La historia del diseño que salvó a Porsche de la bancarrota

Para esta entrega, la camioneta que en un principio fue cuestionada por los puristas ahora era aclamada como una de las mejores opciones en el segmento de SUVs deportivas. El trabajo realizado por el equipo de ingenieros de la marca (aconsejados por un par de ex trabajadores de Toyota) hicieron de Cayenne un modelo práctico, rentable y que dejaba ganancias a .

A finales de 2016, Cayenne podía llegar a tener hasta 570 caballos de fuerza en su variante más radical.

El cambio generacional que conocemos actualmente llegó en 2019, con una completa renovación en términos mecánicos y de manufactura. Ahora se encontraba un modelo base con 335 hp, seguido por la Cayenne S con 434 hp y, como tope de gama, Turbo S con 541 caballos de fuerza.

Actualmente, la Cayenne Turbo híbrida proporciona 670 caballos de fuerz a, casi el doble de la cantidad pensada para aquella primera camioneta de Porsche que, sin duda alguna, salvó a la firma alemana de caer en bancarrota.

La historia del diseño que salvó a Porsche de la bancarrota
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