Cada verano, Goodwood es sede del Festival of Speed, uno de los eventos más celebrados en el calendario social y de deportes británico. Reúne a los mejores pilotos de carreras del mundo y a los autos más espectaculares. Este año, del 29 de junio al 2 de julio, Montblanc fue cronometrador oficial del evento, alianza que se extenderá a los próximos cinco años.

Montblanc hizo coincidir el acontecimiento deportivo con el lanzamiento de su nueva colección TimeWalker, que encapsula la herencia de la precisión del legado de Minerva, cuyos cronógrafos fueron testigos de grandes gestas sobre el asfalto. Fundada en 1858, la manufactura de Minerva se volvió un taller donde se crearon los instrumentos de la más alta calidad para medir intervalos cortos de tiempo con mucha precisión, hasta 1/100 de segundo que se convirtieron en una referencia en el sector relojero, con numerosas patentes, incluyendo el renombrado “Rally Timer”, un Stopwatch creado en 1960 para medir los tiempos de carreras con afilada precisión.

La tradición del Festival of Speed comenzó en el verano 1936, cuando el Duque de Richmond, mejor conocido como piloto, y el ganador de Brooklands, Freddie March, organizaron una carrera de ascensión de una colina para el Lancia Car Club en Goodwood. En el invierno 1993, recrearon este evento deportivo y en el verano siguiente nació el Festival of Speed, que entró en el calendario británico de eventos deportivos y sociales.

El evento también sirvió para presentar “Speed and Style”, una nueva plataforma digital que cuenta la historia de Montblanc en el Festival of Speed e incluirá una exclusiva colección de los más excepcionales coches.

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