Podría pensarse que enviar una tarjeta física está pasando de moda debido a las opciones que se encuentran disponibles en Internet. Sin embargo, estos emprendedores mexicanos le agregan un toque diferente para que este tipo de detalles no dejen de entregarse.

Raúl Santillán, el fundador de Keledoy, explica que en México a las personas les gusta festejar y dejar un recuerdo de las ocasiones importantes, pero las tarjetas en papel no siempre reflejan los sentimientos que se quieren transmitir, por lo que decidió crear un medio de personalización que incluyera un toque tecnológico.

“Vemos que el mexicano es mucho de felicitar a la gente por eso les damos la opción de crear un video que se agrega a una tarjeta”.

En su opinión, la mayor ventaja de su modelo es que, aunque existen plataformas que facilitan la creación de videos propios para compartir por ejemplo en redes sociales, en este caso queda guardado solo para quien lo recibe.

En el portal de Keledoy los usuarios pueden encontrar diseños para diversas conmemoraciones, como cumpleaños, logros o el día de la madre, aunque la innovación consiste en poder agregar un mensaje personal.

El cliente elige el diseño que más le guste de acuerdo a la ocasión; después graba su mensaje, ya sea con una cámara profesional o su celular; y lo envía a Keledoy para que ellos se encarguen de colocar su mensaje en la tarjeta.

Los pagos se realizan en línea a través de PayPal. Cada tarjeta tiene un costo de 999 pesos.

“La idea surgió al ver la necesidad de dar regalos más originales y salir de lo clásico de las tarjetas impresas”, dijo el emprendedor.

De acuerdo con el creador, depende del usuario el mensaje y los medios que se utilicen para crear el video. ,“Hay quien lo hace como si fuera una selfie con su celular, otros realizan una producción más elaborada, pero para garantizar que el diseño de la tarjeta cumpla tanto con las expectativas del cliente, como de quien va a recibirla, contamos con un teléfono de Whatsapp en donde les podemos brindar sugerencias sobre cómo grabar el video con mejor calidad”.

La empresa se encarga de enviar el detalle al lugar de la República que el cliente decida o bien puede recogerse en las oficinas de la empresa.

La video-tarjeta usa tecnología auditiva, táctil y visual. Tiene una dimensión de 20 por nueve centímetros y un peso de 200 gramos. Cuenta con una pantalla de cinco pulgadas y botones de volumen. Incluye una memoria de 128 Mb, un cable USB para recargarla, aunque su batería brinda dos horas de reproducción continua del video cuya duración puede ir desde los 30 segundos hasta los cinco minutos con una resolución de 680x480.

La empresa es de reciente creación; sin embargo, han recibido una buena respuesta por parte de los usuarios en la fechas más significativas como el 14 de febrero, aunque estiman que a lo largo del año por los cumpleaños y otras fechas especiales como el día de las madres, el número de clientes aumentará. Algo que Santillán resalta es que no han invertido en publicidad, solo se han dado a conocer a través de redes sociales.

Los clientes que han registrado son jóvenes de entre 18 y 35 años, “personas que valoran un regalo de ese tamaño, porque no es barato, pero ellos mandan flores, cuestiones más físicas y no están tan familiarizados con las redes porque las consideran como algo impersonal, en este caso es una opción híbrida”, detalla Santillán.

Este tipo de tarjetas no solo están dirigidas a los festejos, también es interesante para el sector empresarial, pues se ha demostrado que siete de cada 10 consumidores están más dispuestos a adquirir un producto luego de haber visto un video. “Un video de un minuto puede dar más información que un folleto de cinco páginas, y es más agradable a la vista del consumidor que siente mayor confianza al adquirir un producto con una mejor referencia”, finalizó el emprendedor.

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