Apple e Irlanda acudirán a la Justicia para oponerse al pago de más de 13 mil millones de euros en impuestos por parte de la compañía estadounidense que le exige la Comisión Europea, informó hoy el Ministerio de Finanzas del país europeo.

La Comisión no ha comprendido los hechos relevantes y se inmiscuye en la soberanía nacional en cuestiones fiscales, argumentaron las autoridades irlandesas en un comunicado, en el que niegan haber dado beneficios extraordinarios a la empresa del iPhone.

"Irlanda no dio un trato de favor a Apple en cuanto a impuestos, se pagó el total de impuestos y no se le otorgó ayuda estatal", señaló el ministerio. "Irlanda no negocia con los contribuyentes", añadió.

La Comisión decidió el 30 de agosto tras años de evaluación que los acuerdos fiscales de Apple en Irlanda constituyen en su opinión una subvención estatal ilegal. Por ello conminaba a la firma a pagar unos 13.000 millones de euros (unos 13.600 millones de dólares) más intereses.

El jefe de finanzas de Apple, Luca Maestri, acusó a la comisaria de Competencia de la Unión Europea (UE), Margrethe Vestager, de tener objetivos políticos. "Lo que hace aquí la Comisión es una vergüenza para los ciudadanos europeos, debería darle vergüenza", declaró al diario alemán "Die Welt".

Ya después del primer anuncio a mediados de año el director ejecutivo de Apple, Tim Cook, había calificado la decisión como "basura política". Tanto la empresa como Dublín anunciaron que apelarían.

"Desde el comienzo de este caso estaba claro que el resultado estaba decidido de antemano", dijo la firma hoy. La Comisión cambió las reglas de manera retroactiva e ignoró décadas de práctica fiscal. Apple es el mayor contribuyente del mundo, también en Estados Unidos e Irlanda, añadió.

Pese a ello, la Comisión se mantiene firme y una portavoz dijo hoy en Bruselas que defenderá su decisión ante los tribunales. En opinión de sus expertos antimonopolio, Apple obtuvo condiciones fiscales especialmente buenas en Irlanda desde 1991 porque el país quería que la empresa creara empleo en su territorio. El organismo publicó hoy 130 páginas en las que fundamente su posición en la que acusa a Apple de competencia desleal.

Apple pagó mucho menos que el resto de firmas en impuesto de sociedades, que es de un 12,5 por ciento en Irlanda. La compañía comercial Apple Sales International tuvo un impuesto corporativo incluso de apenas un 0,005 por ciento, asegura la Comisión. Apple lo niega.

El dinero de las ventas internacionales de Apple se queda en Irlanda. La compañía argumenta que debe ser fiscalizado en Estados Unidos porque es allí donde se crea el valor de sus dispositivos entre otros por el desarrollo de los productos. Según la empresa, el dinero solamente está guardado en el país europeo a la espera de ser trasladado a su país de origen.

Las empresas estadounidenses tienen que pagar un 35 por ciento de impuestos cuando retornan sus ingresos al país, pero también pueden dejar estos fondos en el extranjero. Apple y otras firmas reclaman una reforma fiscal que reduzca el impuesto. "Traeremos de vuelta nuestras ganancias a Estados Unidos cuando la cuota fiscal sea más razonable", dijo Maestri a "Die Welt".

Irlanda niega por su parte haber dado un trato especial a Apple, y exige que la Comisión lo pruebe. Además, considera que las autoridades de Bruselas no están entendiendo bien las leyes irlandesas y que aplican regulaciones de 2010 a decisiones de los años 1991 y 2007. La opinión de la Comisión es que las filiales de Apple en Irlanda deberían pagar sus impuestos por completo en este país.

Dublín presentó su demanda ya el 9 de noviembre, pero hizo pública ahora la argumentación. Se prevé que el proceso dure varios años y que la parte que lo pierda apele luego a la máxima instancia judicial, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.

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