La empresa californiana, Intel, iluminó el cielo de la capital regiomontana con tecnología propia para culminar con el recorrido de la Caravana Coca-Cola en el Parque Fundidora. Con cien drones desplegados brindó un espectáculo de luces que se desplazaban en el aire al ritmo de Taste the feeling, formando figuras como un regalo, una estrella, un árbol y otras con motivos navideños.

Los vehículos aéreos no tripulados, también conocidos como drones, tienen múltiples usos en la actualidad, pues sus prestaciones los vuelven sumamente versátiles. Por ejemplo, pueden ser empleados para tareas de geolocalización, cartografía, monitoreo, seguridad, entre otras. No obstante, su principal uso continúa siendo el entretenimiento, ramo en el que Intel ha incursionado poniendo en escena un espectáculo que le ha valido para conseguir varios récords Guinness, con 100, 300 y 500 drones volando simultáneamente.

Según explicó Natalie Cheung, Gerente de Producto de Drones de Intel, este espectáculo es posible gracias a una programación previa de los drones, mismos que son dirigidos por un piloto. Cada dron cumple con un rol en específico. A su vez, en el piso, existe una cabina con 4 pilotos (de menor jerarquía) que supervisan a 25 drones cada uno.

Cada dron empleado en la función es un Hummingbird y posee un número de serie y nombre propio con el que se le puede identificar durante la demostración. En cuanto a su composición, tiene un cuerpo, hélices y brazos fabricados en fibra de carbono y han sido modificados para colocarse en su base luces LED con capacidad de iluminar en cuatro colores (rojo, verde, azul y blanco). Poseen una duración de batería de ocho minutos y pesan menos de un kilogramo.

Gracias a su hardware y al hecho de que estén programados con antelación, es que este modelo en específico puede cumplir exitosamente con este espectáculo que anteriormente solo se había realizado en tres países: Estados Unidos, Australia y Alemania.

De acuerdo con Cheung, la prospectiva de este tipo de shows estará basada dos aspectos. En primer lugar el perfeccionamiento del dron mismo, puesto que ahora sólo dispone de 8 minutos de autonomía, y en segundo lugar, en las mejoras por realizar al desplazamiento y coordinación de los drones, debido a que por ahora resulta de mayor interés para la empresa lograr exhibiciones más pulcras y llamativas que extensas (en número).

Los retos que implica el llevar a cabo este tipo de shows son variables y se encuentran más allá de las condiciones climatológicas, la sincronización y la autonomía del dispositivo. Al respecto, Luigi Forestieri, Director de Mercadotecnia de Intel, señaló que además existen cuestiones legales que se deben cubrir, por ejemplo las establecidas por la Secretaría de Comunicaciones y Transporte, a través de la Dirección de Aeronáutica Civil. Sin embargo, anunció que será posible ver un espectáculo similar en México próximamente.

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