Cuando uno menos lo espera llegan las terribles coincidencias. Me explico. Hace casi un año, y después de 32 del gran terremoto de 1985, nuestro país volvió a ser sacudido por un sismo que nos puso a prueba en muchos sentidos y que dejó a miles de personas sin sus seres queridos o sin su patrimonio.

Ojalá que este 19 de septiembre no ocurra algo similar, ya que sería increíble una tercer coincidencia, aunque hay que decir, que los mexicanos nos hemos esforzado por estar mejor preparados para este tipo de acontecimientos.

Pero aquí otra coincidencia que me preocupa y mucho:

Me queda claro que lo que pasa en la UNAM es un reflejo de lo mal que está la seguridad en este país, lo mal que están manejándose muchos temas de la universidad por falta de una verdadera vigilancia sobre las instalaciones de la Máxima Casa de Estudios.

Lo que se ha visto con las marchas de los estudiantes de muchas escuelas llama la atención y me inquietan las coincidencias, ahora que se acerca un aniversario más del 2 de octubre de 1968, el número 50. En aquel entonces, estaba inmerso en la preparación del equipo olímpico y jamás me imaginé todo lo que ocurriría ese día.

Recuerdo que venía de entrenar a los nadadores en la Unidad Morelos del IMSS en Aragón, por lo que tenía que cruzar todo Insurgentes para llegar a la Villa Olímpica, y por andar de fisgón, me metí justo a donde se presentaron estos terribles hechos, me subieron cerca de 15 minutos a una “Julia” y me preguntaron qué hacía ahí. Afortunadamente logré salir, pero pude ver una cantidad impresionante de soldados tirando balas, y volviendo a las coincidencias, me angustia que el movimiento actual tome tintes parecidos a los de entonces.

Espero que las autoridades actuales y el nuevo gobierno sepan manejar esta situación. Se ha visto que el rector Enrique Graue ha dado la cara tratando de solucionar el problema, sabemos que mucha gente lo culpa de estar ligado a los grupos de porros, pero creo que ha sido valiente en busca de terminar con estos conflictos.

Me preocupan tantos días sin clases de los universitarios, que el nuevo gobierno sienta que todo está controlado y después se le salga de las manos. Estoy seguro que los involucrados deben estar bien coordinados para no tener un problema mayor. Darle a los estudiantes lo que requieren (siempre y cuando sea justificable, y sobre todo en materia de seguridad), pero lo más importante es que los porros salgan de la UNAM, de las escuelas…

En este momento en que el país está probando una nueva democracia, todos los ciudadanos debemos trabajar de forma coordinada para apoyar al nuevo gobierno que no la tiene fácil para cumplir lo que prometió en campaña, pero que entiendan que este problema de los universitarios debe ser resuelto de inmediato y que no llegue al 2 de octubre, porque me preocupan las coincidencias.


Profesor

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