Los hechos del último mes en el entorno de la dirección de la Federación Mexicana de Natación bien mueven a la reflexión, por los desvaríos y acciones que han estado sucediendo.

Motivado con estos hechos raros e incoherentes, hube de consultar el diccionario de la Real Academia Española para entender las diferencias que la máxima autoridad de nuestro idioma establece respecto al significado de política y politiquería. Encontré las siguientes definiciones:
Política: “Ciencia que trata del gobierno y la organización de las sociedades humanas, especialmente de los estados. Actividad de los que gobiernan o aspiran a gobernar los asuntos que afectan a la sociedad o a un país”.

Vista la definición sobre política del Diccionario de la Lengua Española recordé cómo actúa la Federación Internacional de Natación en sus políticas para con las federaciones nacionales afiliadas, cuando éstas cometen infracciones a los reglamentos internacionales. No tuve que ir lejos. En México tuvimos un grave problema al renunciar a organizar el Campeonato Mundial Fina de 2017, lo que motivó una sanción a la FMN, pero no a los atletas, quienes pudieron competir en los escenarios internacionales bajo la bandera de la entidad rectora mundial de los deportes acuáticos.

El alcance de las políticas de la Federación Internacional se orienta a sancionar a las entidades que cometen infracciones, pero protege a los atletas por constituir aquéllos la fundamental razón de ser de una Federación Deportiva, considerando que, además, no tienen culpa de las decisiones de los directivos.

Politiquería: “Degeneración de la política. Intervención en la política con propósitos turbios, para ganancia personal o de un grupo, aprovechándose de forma egoísta del poder o la posición pública. Aunque pueda tomarlos como excusa, la politiquería no tiene nada que ver con los intereses generales de una población”.

En efecto, el intento anunciado de sancionar atletas por el hecho de que sus asociaciones de origen se retiraran del Campeonato Nacional de Guadalajara en diciembre pasado, solo con la intención de preservarles su salud, acción que en buena lid correspondía a la FMN, no es más que politiquería del presidente de la FMN, a lo cual habría que añadir que también es abuso de poder.

La exclusión de los atletas que compitieron por más de dos días de los resultados oficiales de Guadalajara, el desconocimiento de los récords impuestos, de la calidad de más destacado, no es más que politiquería, y reitero, abuso de poder.
Haber disuelto y expulsado de sus funciones a los miembros de la Comisión Técnica Nacional de Natación y al Director Técnico de la FMN es politiquería y, vuelvo a reiterar, abuso de poder.

Retirar la sede en Tijuana del Campeonato Nacional antes asignado a esa ciudad y a la Asociación de Baja California, como represalia por haberse retirado del Campeonato de Guadalajara, con el único propósito de preservar la salud de sus atletas, es politiquería y, de nuevo insisto, abuso de poder.

Pregunto: ¿Cuándo tendremos una verdadera política de desarrollo de la natación mexicana, que se proyecte técnica y científicamente, que proteja a sus atletas en lugar de castigarlos, que trabaje por el incremento de los resultados como tema central y que, de una vez por todas, erradique la politiquería que hoy existe en la entidad que debiera ser la rectora de esos buenos procesos, no lo contrario?

¡Espero que pronto la luz de una política seria ilumine a la natación mexicana!

Profesor

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