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El cardenal Norberto Rivera elevó una plegaria a la Virgen de Guadalupe por México que “se hunde en el pantano de la corrupción y la pobreza”, además de encontrarse “enfermo” de violencia.

“Pero nuestra súplica, ¡oh, Madre!, también va llena de aflicción por nuestro México, tu amado México, que se hunde en el pantano de la corrupción y la pobreza, está enfermo de violencia y herido de injusticias”, oró.

Durante la Misa de las Rosas, el prelado se encomendó a la Virgen Morena para que toque el corazón del presidente electo de EU, Donald Trump.

“¡Oh, Madre misericordiosa!, mueve el corazón de los estadounidenses para que den cabida a quienes, con su duro trabajo, han dado prosperidad a su país, y toca el corazón endurecido del nuevo presidente electo quien, siendo cristiano, como él lo ha declarado, no puede ver a los pobres y a los inmigrantes como enemigos, sino como hermanos con quienes debe ser tolerante, generoso y justo”, expresó.

Al pronunciar su homilía en la Basílica de Guadalupe, Rivera Carrera elevó una plegaria a la Morenita del Tepeyac no sólo por la violencia que prevalece en el país, sino para que los migrantes mexicanos sean acogidos en Estados Unidos, país “de aquellos que también algún día fueron forasteros y que supieron formar una gran nación diversa en sus culturas”.

Pidió darles palabras de consuelo a las familias que temen ser separadas, a los padres de familia preocupados por perder su empleo y esperanza a los jóvenes para que no abandonen sus estudios. “Anima a las familias que dependen económicamente del dinero que les envían sus seres queridos; da valor a los obispos estadounidenses para que defiendan a las ovejas que Dios les ha enviado y a los obispos mexicanos concédenos el valor y la gracia para acompañarlos en la adversidad”.

El cardenal comentó que los migrantes que partieron hacia Estados Unidos se llevaron consigo el recuerdo de la Morenita del Tepeyac, por lo que, indicó, no hay un solo templo católico en ese país que no dé posada a la imagen de la Madre Guadalupana.

El arzobispo primado de México también oró para que, por intercesión de la Virgen de Guadalupe, otorgue a los gobernantes “vocación de servicio” y conmueva el corazón de los “violentos y pecadores. Sacia nuestra hambre y sed de justicia, puesto que estamos bajo tu amparo, Santa Madre de Dios, no desprecies las súplicas que te hacemos en nuestras necesidades, antes bien, líbranos de todo peligro, ¡oh, Virgen gloriosa y bendita”, exclamó.

A la misa asistió el nuncio apostólico, Franco Coppola; obispos auxiliares de la Arquidiócesis de México, así como de Polonia y Canadá. También fueron invitados sacerdotes de Ecatepec, Tlalnepantla, Nicaragua, Panamá, Canadá, Puerto Rico, Brasil y Costa Rica.

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