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Luego de diversos trabajos de inteligencia y operaciones encubiertas, elementos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) detuvieron a Giulio Perrone, plenamente identificado como integrante de la mafia italiana.

Según la investigación realizada, Perrone ingresó de manera ilegal a México en 2006 y se estableció en Tamaulipas; desde ese año y a la fecha recibió protección desde su país por la organización de la Camorra, conocida como la mafia napolitana.

Autoridades de aquella nación europea lo consideraban como elemento de primer nivel de la Camorra, de las familias Mazzarella, Nuvoletta, Formicola y Tolomelli; por ello contaba con una ficha roja de la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol).

Giulio Perrone se encuentra desde hace más de 10 años en la lista de los fugitivos más buscados por el gobierno italiano y cuenta con una sentencia por 20 años, 11 meses y ocho días de prisión, otorgada por el tribunal de Nápoles por tráfico internacional de cocaína.

El detenido de 64 años de edad, originario de la provincia de Gragnano, fue ubicado por la AIC en Ciudad Madero, Tamaulipas, y, de acuerdo con autoridades, no tenía vínculos con organización criminales mexicanas.

Para evadir la acción de la justicia se identificó como Saverio García Galiero; sin embargo, ya estaba identificado por la ficha de Interpol en la que se describe como una persona de 1.74 metros de altura, cabello negro y ojos verdes.

Desde el 23 febrero de 2011 la Interpol publicó la ficha roja de Giulio Perrone ante la solicitud del gobierno de Italia, en ella se cuenta con sus huellas dactilares y señas particulares.

El documento al que tuvo acceso EL UNIVERSAL señala que Perrone, nacido el 19 de marzo de 1952, importó 18 kilos de cocaína dentro de un vehículo en complicidad con otras personas, por lo que fue sentenciado a prisión el 16 de julio de 1997 por un tribunal de apelación en Nápoles, según consta en el expediente.

Aclara que Giulio Perrone no se presentó en la corte cuando el juicio fue rendido, pero tuvo suficiente aviso del juicio o la oportunidad de organizarse para su defensa.

“Cabe mencionar que la situación migratoria de Giulio Perrone en México era irregular, por lo que al momento de su detención se le aseguraron dos identificaciones falsas, mismas que exhibían fotografías con las características físicas de este individuo”, explicó la Procuraduría General de la República (PGR).

Fuentes consultadas mencionaron que al no tener ningún delito qué perseguir en territorio mexicano, la instancia federal entregó a Perrone a las autoridades italianas por tratarse de un prófugo de la justicia en su país de origen.

Derivado de los mecanismos de colaboración existentes entre los gobiernos de Italia y México, y de una exhaustiva investigación, la Procuraduría General de la República (PGR), por conducto de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), logró en Tamaulipas la detención de Giulio Perrone.

El sujeto cuenta con una notificación roja de Interpol, agregó la dependencia federal.

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