Londres.— El narcotraficante Joaquín El Chapo Guzmán Loera estuvo en dos ocasiones en Estados Unidos tras la fuga que protagonizó en julio de 2015, según revela la hija mayor del líder del Cártel de Sinaloa, Rosa Isela Guzmán Ortiz.

En una entrevista que publica el diario británico The Guardian, Guzmán Ortiz asegura que funcionarios mexicanos ayudaron a su padre a cruzar la frontera para visitar a familiares, tras escapar del penal de máxima seguridad de El Altiplano, en el Estado de México, a través de un túnel de 1.5 kilómetros.

La hija del capo señala en su primera entrevista —con anuencia de su padre— que políticos mexicanos aceptaron donaciones de El Chapo para sus campañas electorales, lo que le sirvió, de acuerdo con su versión, para facilitar su huida. “Mi padre no es un criminal. Es el gobierno el culpable”.

Revela que mientras Guzmán Loera era uno de los hombres más buscados, estuvo a finales del año pasado en su casa de California, donde vive con sus cuatro hijos.

No ofrece detalles de cómo El Chapo logró cruzar la frontera estadounidense sin ser detectado. “Yo le pregunté lo mismo. Lo único que sé es que mi padre le encargó a su abogado que entregara algunos cheques para campañas [políticas] y pidió que se le respetara”, al tiempo que indica que su familia está considerando publicar copias de esos cheques, junto con los nombres de funcionarios y políticos que los aceptaron.

“Si hay un pacto, no lo respetan. Ahora que lo han capturado dicen que es un criminal, un asesino. Pero no decían eso cuando pedían dinero para sus campañas. Son unos hipócritas”, asevera Guzmán Ortiz.

A principios de enero, el narcotraficante fue detenido en Los Mochis, Sinaloa, logró notoriedad internacional con una primera fuga de prisión en 2001, cuando huyó de la cárcel de Puerto Grande, en Guadalajara, Jalisco, y volvió a hacerlo el 11 de julio de 2015.

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