Juan Manuel Portal Martínez, quien se ha desempeñado como auditor Superior de la Federación desde 2010, ganó 4 millones 113 mil pesos brutos durante 2016. Esta cantidad representaría que su sueldo mensual fue de aproximadamente 342 mil 820 pesos, cifra que supera el salario del presidente de la República, Enrique Peña Nieto, quien ganó 208 mil 571 pesos brutos al mes, de acuerdo con el manual de percepciones de los servidores públicos de 2016.

“Ningún servidor público podrá recibir una remuneración […] mayor a la establecida para el Presidente”, dicta el manual en su artículo octavo, norma que no es congruente con lo que percibe el auditor superior.

Estímulos

En la base de datos entregada a EL UNIVERSAL vía transparencia se especifica que Portal Martínez recibió un salario anual de 2 millones 371 mil pesos brutos, 497 mil 755 pesos por prestaciones, 403 mil 955 por gratificaciones, 14 mil 202 pesos por primas y 826 mil 711 pesos por concepto de “estímulo”, sin tomar en cuenta que entre sus prestaciones también están dos vehículos y servicios de telefonía celular que son pagados por el erario, según el manual que regula las remuneraciones de la auditoría.

El mando mayor no es el único que cuenta con un pago establecido como “estímulos por productividad y eficiencia a su personal operativo”. En 2016, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) repartió 159 millones 324 mil pesos entre su personal por este concepto. Dicha cantidad se suma a los mil 606 millones de pesos que destinó al pago de salarios y otras percepciones para los 3 mil 59 servidores públicos que están en su plantilla laboral.

Los auditores especiales Roberto Salcedo Aquino, Juan Javier Pérez Saavedra, Salim Arturo Orci Magaña y Fernando Cervantes Flores también cuentan con un salario y prestaciones altas. Su sueldo bruto en 2016 sumó 2 millones 300 mil pesos y fueron recompensados con 568 mil pesos como “estímulo”. Esto además de que sus gratificaciones, prestaciones y primas sumaron 860 mil pesos.

Los “estímulos” que la Auditoría Superior de la Federación otorgó en 2016 fueron bastante generosos con los funcionarios. Los titulares de unidad Víctor Manuel Andrade Martínez y Óscar Mineed Peña Zazueta recibieron 560 mil 800 pesos por este concepto, además de los 847 mil pesos que sumaron sus gratificaciones, prestaciones y primas de 2016. Sus salarios anuales se instalaron en los 2 millones 287 mil pesos brutos, de acuerdo con la información obtenida vía trasparencia.

En ese mismo año, José Miguel Macías Fernández y Ángel José Trinidad Zaldívar también fueron titulares de unidad y aunque no cumplieron todo el año en la Auditoría, eso no impidió que se les recompensara por su trabajo. Macías Fernández sólo laboró entre enero y febrero, por lo que el “estímulo” al que se hizo acreedor fue de 82 mil pesos. Trinidad Zaldívar, quien cobró un sueldo bruto de 191 mil pesos en diciembre, único mes que trabajo en la Auditoría Superior de la Federación, recibió 46 mil pesos más por este concepto.

El cargo de titular de unidad se encuentra catalogado como personal de mando superior, por lo que también obtienen las prestaciones de vehículo y pago de celular.

Durante 2016 la Auditoría Superior de la Federación contó en conjunto con 25 directores generales, quienes cobraron en promedio 486 mil pesos brutos, cada uno, en estímulos. Sus salarios anuales fueron de 2 millones de pesos y las demás percepciones sumaron un millón 223 mil pesos por director.

Austeridad, a medias

El 19 de enero de 2017 la Auditoría presentó un plan de austeridad con medidas para ahorrar 50 millones de pesos en este año. Entre las modificaciones están el no aumento a los salarios de mandos medios y superiores, el retiro de vehículos y vales para gasolina a los directores generales, y eliminar la renta de salones para eventos y de inmuebles para oficinas, debido a la ocupación de una nueva sede que costó casi mil millones de pesos.

A pesar de que, de acuerdo con estos lineamientos, los salarios de los mandos medios y superiores no se elevarán, no existe ningún apartado en el que se hable de la reducción de estos “estímulos”, prestaciones y gratificaciones, lo cual hace que los sueldos de los funcionarios queden casi intactos a como estaban el año pasado.

“Salarios fijos”

En respuesta al cuestionamiento de si la Auditoría consideró reducir las percepciones de sus funcionarios, este organismo respondió a EL UNIVERSAL que “desde el año 2008 los sueldos y salarios del personal de mando medio y superior se han mantenido fijos”. Lo anterior en cuanto a salario, pero sobre los estímulos y gratificaciones no respondió si hubo consideración de reducir los costos.

“El problema que existe es que la ley laboral no permite bajar los salarios, pues deben ir subiendo año con año. Deben tener una actitud de renuncia de los propios funcionarios a su salario y que acepten ganar menos”, explica Miguel González Ibarra, coordinador del Centro de Estudios Financieros y de Finanzas Públicas (CEFI) de la UNAM.

La base de datos de los sueldos reporta que en enero de 2017 el auditor superior y los auditores especiales cobraron 198 mil y 193 mil pesos brutos, respectivamente. Esta cifra es exactamente igual a la reportada durante todo 2016. Además, sumaron 30 mil pesos cada uno por concepto de prestaciones.

La ASF, órgano autónomo, se encarga de revisar que no existan discrepancias entre los ingresos y egresos de los recursos de la cuenta pública. Sin embargo, su competencia solamente le permite emitir recomendaciones para la mejora del ejercicio de los recursos; es decir, no ejerce ninguna sanción.

El hecho de que la ASF no tenga facultades para sancionar a los organismos y entidades que no hacen buen uso del erario lleva a cuestionar la utilidad práctica de la Auditoría, que tiene un alto costo, afirma González Ibarra. “En cuanto a resultados de auditar, sí los tienen, pero en cuanto a castigar a los responsables o hacer funciones de recuperación, no se hace”.

Aumento de plantilla

El informe del presupuesto ejercido total por la ASF en 2016 indica que gastó 2 mil 365 millones de pesos. Esto representa un incremento del 8.44% con respecto a los 2 mil 181 millones que gastó en 2015.

La ASF explicó a este d iario que la cifra de auditorías que realiza se ha ampliado de mil 173 a mil 788 auditorías entre el 2012 y 2016 —debido a la publicación de nuevas disposiciones el mes de julio pasado, relacionadas con la ley general del Sistema Nacional Anticorrupción y la Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas de la Federación—, por lo que aumentó el universo auditable con las revisiones de participaciones federales, la deuda pública de las 32 entidades y la investigación de actos de corrupción.

La plantilla de la Auditoría se ha incrementado en los últimos cinco años. Al menos entre 2012 y 2016 el número de empleados nuevos ha llegado a 598. Tan sólo entre 2015 y año pasado, el personal tuvo 233 rostros nuevos.

El cargo que más crecimiento presentó fue el de prestador de servicios profesionales. Mientras que en 2012 había 524; en 2016, esta cifra se duplicó, pues mil 82 cargos nuevos de prestador de servicios fueron registrados.

Los prestadores de servicios son remunerados por honorarios; es decir, los contrata la ASF pero no pertenecen a la misma, explicó la dependencia. Andrés Vega Martínez y Martha Patricia Luna López son los prestadores de servicios que más dinero obtuvieron por su trabajo. Percibieron un millón 57 mil pesos brutos y por gratificaciones, 214 mil 800 pesos.

También hubo 53 jefes de departamento, 35 coordinadores de auditores fiscales, 34 auditores administrativos “A” y 27 subdirectores de área más que hace cinco años. Otros 25 cargos tuvieron al menos un empleado más y 17 cargos se mantuvieron en el mismo número.

Miguel González atribuye que la elevación en número de plazas está relacionada directamente con el aumento de funciones que el SNA delegó a la ASF.

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