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Justificar el alza a las gasolinas sería traicionar al PRI, al Presidente de la República y al pueblo que nos eligió, afirmó el senador priísta Patricio Martínez García, quien se ubicó al lado de la población inconforme.
Propuso que su partido, el PRI, escuche a la sociedad movilizada en contra del gasolinazo, y reclamó que se dé a conocer una Hoja de Costos de la gasolina y con base en ello analizar el problema.
La noche del martes, Martínez García envió una carta al presidente del PRI, Enrique Ochoa Reza, con copia para los integrantes de la bancada priísta, en la cual rechaza los aumentos.
“El resultado ahí está: la gente ya salió a las calles a manifestar su desacuerdo. Tenemos una auténtica rebelión popular. Es autentica. Váyase a los lugares públicos a ver si hay una persona que esté de acuerdo con el aumento a la gasolina”, dijo.
Martínez García agregó: “Se ha demostrado un total divorcio del partido y la gente, y eso es inadmisible. Callar esto sería hundir al partido y eso no lo podemos permitir, ni yo, ni mis compañeros senadores, ni mis compañeros del partido”.
En entrevista, el senador priísta manifestó: “Yo ya hice lo que tenía que hacer, decirle al señor (Enrique Ochoa Reza, presidente del CEN del PRI) que difiero de su criterio, como miembro del partido y como senador, y apoyo a mis conciudadanos de todo el país”.
Subrayó que “en la calle piden marcha atrás. Hay que escucharlos. No podemos someter al partido a lo que es una decisión de gobierno, tenemos que escuchar a la población que está saliendo en masa a reclamar una medida que no le gusta, y no podemos contestarle con un simple ‘hay que aguantarnos’. No, eso no”.
Expresó que si “el Ejecutivo toma sus decisiones y está en su derecho, el poder Legislativo está en su función de revisar esas variables, para eso somos soberanía”.
Dijo que el gobierno no puede estar subsidiando la gasolina, pero como legislador requiere la información del costo de la gasolina. Señaló que el país no puede quedar sometido a precios que estén muy por encima de los precios internacionales. Cierto que el consumidor no debe pagar el combustible debajo de los precios internacionales, pero tampoco por encima.
Mi partido está obligado a conservar la ecuación de economía, política y sociedad, esto es que tenemos la obligación de escuchar a los que están en la calle y ser voceros de los que están en la calle frente a los economistas y como partido frente a las instancias políticas.
Tenemos a la gente en las calles protestando por lo de la gasolina pero junto con eso va una causa de inconformidades sociales que vemos con una prácticamente inmovilización de la sociedad y de los negocios por todos estos bloqueos y por el desabasto de gasolina que ocasionan estas manifestaciones.
Como partido necesitamos salir a escucharlos y si el caso fuera mostrarles una Hoja de Costos y decirles: ‘aquí está el precio de la gasolina, lo importamos a 15 pesos y por lo tanto el margen razonable es a 16 pesos, esta es la realidad’.
Pero mientras no se demuestre eso, un dicho o un decir, no es suficiente para que quede la gente convencida. Necesitamos demostrárselo, Y si hoy la gasolina vale 2.10 ó 2.15 dólares el galón servida en una estación en Texas, traducido a dólares de hoy hay que demostrar que el precio que se pone en México es el adecuado.
Se le podría cargar impuestos a la gasolina, pero no los que lleven a la gasolina a estar por encima de los precios internacionales. Pongo el ejemplo: Cómo le pedimos a un agricultor que pague a 17 pesos el diésel y luego vamos a que su cosecha se le pague a tres pesos el kilo de maíz, a que se le pague a 3.50 el trigo. Hay un descontrol total de los factores económicos, dijo.