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Miguel Alonso Reyes (PRI), quien hasta el 11 de septiembre pasado se desempeñaba como gobernador de Zacatecas, sostuvo que las pruebas en contra de su gestión por presunto enriquecimiento ilícito y supuesta adjudicación de contratos irregulares a empresas buscan manchar su administración, la cual califica como apegada a la legalidad.

En entrevista con EL UNIVERSAL, el ex mandatario aclaró que ni él ni su hermano, Juan Manuel Alonso Reyes, se enriquecieron a costa del gobierno estatal, por lo que tachó las acusaciones como calumnias sin sustento alguno.

“Me extraña mucho. Ha habido un proceso de entrega-recepción cuidadoso. En su momento todos los procesos de licitación y adquisición fueron hechos conforme a la ley, apegados a los procesos que están establecidos para este tipo de propósitos, entonces no hay sentido de ningún tipo de situación irregular. Todo se ha hecho con apego a la legalidad y no hay elementos que pudieran generar una circunstancia distinta”, afirmó en entrevista telefónica.

Cuestionado sobre si su hermano manejó o incidió —a través de terceros— en la modificación de licitaciones de obra pública, medicamentos y servicios de salud durante la administración que encabezó, el ex gobernador respondió que Juan Manuel estuvo ajeno durante el tiempo que duró su gobierno.

Al final de su sexenio, el ex mandatario estatal fue señalado ante la Procuraría General de la República (PGR) por presunto enriquecimiento ilícito. La denuncia, interpuesta por senadores y diputados federales, continúa su curso, aunque Miguel Alonso Reyes aclaró que no ha sido citado a declarar ante esa ni otra instancia.

A esas denuncias se suman el intercambio de correos electrónicos —cuya copia tiene en su poder EL UNIVERSAL— en los que familiares del priísta aparentemente operaron para ganar contratos, a través de licitaciones públicas del gobierno de Zacatecas, incluidas las referentes a medicamentos, servicios de salud y obra pública.

“Eso me parece una calumnia, porque no hay elementos al respecto. No voy a caer en ese tipo de situaciones que tienen un propósito diferente, lo que se busca es manchar una administración por quien esté manejando ese tipo de elementos, sin sustento”, agregó el ex gobernador.

El zacatecano se dijo totalmente tranquilo al concluir su sexenio al frente del gobierno estatal y minimizó: “Son señalamientos políticos, desde mi óptica así los veo”.

“No hay ningún fundamento ni elemento, lo digo con total certeza de lo que hice y, además, cualquier duda se puede corroborar con el secretario de Salud del estado o de infraestructura del estado. No hay más que los procedimientos apegados a la legalidad y en el estricto marco de la ley. Tenemos una administración ordenada, con finanzas bajo parámetros adecuados, y bajo un proceso muy cuidadoso”, reafirmó.

Miguel Alonso Reyes adelantó que estará atento a cualquier profundización sobre las acusaciones, pero reiteró que eso forma parte de una intencionalidad política dirigida a afectar su imagen y los seis años de su administración al frente del gobierno estatal.

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