Durante las mesas de trabajo de la II Cumbre de Cambio Climático de las Américas, Eduard Müller Castro, fundador y presidente de la Universidad para la Cooperación Internacional, colocó el debate sobre la pertinencia de hablar acerca del desarrollo sustentable, cuando parece que no podremos revertir el daño que como especie hemos causado al planeta.

En el panel sobre los Temas Emergente de la Agenda de Desarrollo 2030, el académico indicó que esta es la extinción planetaria mejor documentada de la historia.

Advirtió que la información científica no se toma en cuenta para concretar las acciones de regeneración necesarias para el planeta.

“No logramos el desarrollo sustentable, hemos perdido esa oportunidad por el daño que hemos causado al planeta, los ecosistemas están colapsados y ahora necesitamos un desarrollo regenerativo, pero no estamos preparados para eso; la meta debe ser el bienestar humano, no el PIB”, mencionó el académico.

En su opinión, los planes gubernamentales sobre desarrollo sostenible son documentos tecnocráticos carentes de espiritualidad, porque aún se ve a la tierra desde una perspectiva ingenieril y no como algo vivo.

En ese sentido, indicó que es necesario retomar las experiencias de los pueblos indígenas, que saben mucho mejor que cualquier académico cómo regenerar la tierra.

“No hay una agenda de restauración y sí la continuación de la destrucción”, expresó Müller Castro y como ejemplo mencionó lo que ocurre con el bosque La Primavera, el principal pulmón de la ciudad de Guadalajara: “No podemos seguir destruyéndola y pensar que se puede remediar con una reforestación masiva”.

Opinó que las recetas en todo el mundo están dadas, que no se debe inventar nada nuevo, sino aplicar lo que existe, pero tomando las decisiones en función del ser humano y la naturaleza.

El presidente de la Universidad para la Cooperación Internacional señaló que se requiere cambiar el “absurdo” modelo consumista impuesto por las multinacionales, pero no para caer en el llamado “consumo responsable”, que también se basa en la “obsolescencia programada”, sino para decrecer nuestros niveles de consumo.

“Pero no son los rectores, ni los políticos ni la ONU los que cambiarán las cosas, sino las personas”, concluyó el especialista.

Un planteamiento similar se hizo en la mesa sobre Legislación Climática en Norteamérica, donde Tim Gray, director ejecutivo del Fondo para la Defensa del Medio Ambiente de Canadá, consideró que el mejor mecanismo para aterrizar a nivel local los acuerdos internacionales en materia ambiental, es tener una población interesada en el tema y que sea ésta la que demande la implementación de las acciones y la rendición de cuentas de los gobiernos.

Tim Gray indicó que esa fórmula ha dado resultados en su país, mientras que la propuesta que pretende que todo baje desde las estructuras gubernamentales ha fracasado sistemáticamente en varios lugares.

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