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Decidido a “cambiar paradigmas y romper moldes” para beneficiar directamente a quienes trabajan en el campo, José Calzada Rovirosa, nuevo titular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), afirma que para ser más efectivos la dependencia no debe tener una estructura obesa.

“Creo en los gobiernos altos, no en las estructuras obesas, en las cosas grandes, pero no en las cuestiones pesadas”, expresó.

Entre sus primeras acciones, anuncia que habrá una reestructuración en la dependencia y que se revisará de nueva cuenta el padrón de Procampo para garantizar que el apoyo vaya a quienes lo necesitan.

Asegura que en este proceso “las personas que cumplan con su labor, con las características, no tienen que preocuparse de nada, continuarán con su trabajo en la dependencia”.

Con el traje de titular de la Secretaría de Agricultura, este hombre, quien el 21 de agosto cumplió 51 años y desde el jueves pasado recibió la responsabilidad de encargarse de la estrategia para mejorar la situación en el campo, afirma que no piensa hoy en contender por la Presidente de la República.

Ahora tiene puesto el traje de secretario de Estado y tomará tiempo para hablar de la otra camiseta que lleva, la del equipo de futbol de Los Gallos de Querétaro. Su afición le hace asegurar: “Vamos a llegar a la final”.

José Calzada es hijo de un ex gobernador, nieto de un presidente municipal y de un senador de la República. De niño siempre deseó dedicarse a la política y ser militar.

Cuenta que no tenía en mente ser secretario de Estado cuando comenzó a gobernar Querétaro en 2009. Desde la semana pasada lo es de la Sagarpa e insiste en que ahora sólo piensa en esta tarea. Se enfoca en las encomiendas que le dio el presidente Enrique Peña Nieto para cumplir con la deuda histórica que se tiene con ese sector.

Se compromete a ello, y seguro de arremangarse la camisa y llenarse los zapatos de tierra y lodo, como lo hacía en su trabajo de gobernador, reitera que estará con los que viven y laboran en regiones con un gran rezago y con los que se desarrollan en un campo altamente competitivo. “La meta es cerrar la brecha entre ambos”.

¿Sabe usted de campo?

—Mi experiencia como gobernador del estado de Querétaro me dio la oportunidad de conocer muchas materias, entre ellas las que tienen que ver con el campo.

En Querétaro logramos conjuntar factores para que a nuestra gente le fuera bien, y es lo mismo que vamos a hacer en la Sagarpa, con otros instrumentos, con mecanismos distintos, pero al final del camino el objetivo es exactamente el mismo.

No tengo la menor duda de que con gente capaz, preparada y profesional como la que hoy está en esta secretaría, y seguramente como algunos otros que se van a incorporar, y que están comprometidos con México, al campo le va a ir bien.

¿Cuál es la situación del sector?

—México es un país de gran riqueza, es una nación que tiene 196 millones de hectáreas, de las cuales 22 millones son cultivables.

Tenemos un crecimiento en el sector primario bastante destacado este año. Crecimos más de 6% en el primer trimestre y cerca de 3% en el segundo trimestre.

Es decir, en el balance del primer semestre del año tenemos un crecimiento en el sector primario de 4.5%, muy por encima de la media nacional, lo cual es un dato revelador. Sin embargo, no podemos dejar de reconocer que estos altos crecimientos tienen que llegar a todos, y esa es la instrucción del Presidente de la República.

¿Hay grandes diferencias en el medio rural y agropecuario?

—Así como tenemos un campo altamente competitivo en algunas regiones, en algunas entidades federativas y grandes exponentes de productividad mundial, no podemos dejar de reconocer que hay muchas regiones en nuestro país que tienen un gran rezago. Son millones y millones de personas que requieren la mano amiga por parte del gobierno federal para poder salir adelante en circunstancias que durante años nos han afectado. Entonces, la instrucción del señor Presidente es: salgamos al campo, salgamos a la calle a ayudar a nuestra gente, para que tengan precisamente una mejor condición de vida.

En esto, la Sagarpa hace sinergia con la Sedesol y la Sedatu, nos sumamos a la gran cruzada para ayudar a nuestra gente.

¿Cómo se va a dar esto desde la Sagarpa?

—Tenemos que modificar el concepto, el señor Presidente lo ha dicho claramente en varias ocasiones, que es pasar de la asistencia a la productividad, y eso tiene que ver con llegar a las comunidades, apoyarlos en sus reclamos y en sus expresiones, para que cuenten con los apoyos necesarios con el fin de que las personas que viven hoy en el campo puedan ser productivos y competitivos.

En nuestro país, 77% de la extensión agrícola es de cinco hectáreas o menos. Si incrementamos la productividad en esa altísima extensión territorial, vamos a tener un país mucho más competitivo en el sector primario, y de manera más importante que eso, vamos a tener familias que vivan mejor.

Un tema que siempre ha llamado la atención, sobre todo en medios, es el Procampo, y más aún, cuando se llegó a hablar de que había gente beneficiada que estaba dedicada al cultivo de productos ilícitos, ¿se seguirá revisando con lupa?

—Siempre. Siempre está este padrón de beneficiarios y de usuarios sujeto a escrutinio. Precisamente, pasado mañana tengo una reunión con delegados federales para platicarles y hablarles de las instrucciones precisas del señor Presidente, y entre otras, está siempre mantenerse haciendo un análisis, una depuración de los padrones de usuarios para estar apoyando a las personas que sí lo requieren, que sí lo necesitan, que sí lo utilizan para cuestiones que tienen que ver con la alimentación de sus familias o bien que tienen que ver con la producción nacional.

¿Se podrá reducir la pobreza en el campo en corto tiempo?

—Sin duda alguna. Con una buena coordinación, con recursos suficientes como se han tenido por parte de las dependencias y con empeño por parte de los funcionarios. No puede haber barreras entre los funcionarios y los usuarios. Me parece que no solamente es un tema que tiene que ver con eficacia, sino también con actitud, y en la Sagarpa la tenemos.

No sólo del campo vive el hombre, también vive de los litorales, hay mucha gente que también necesita en este sector. ¿Qué acciones se tienen contempladas?

—Tenemos 11 mil 500 kilómetros de litorales, 6 mil 500 kilómetros de aguas interiores, hay mucho trabajo por hacer. Estamos organizándonos mejor en el ámbito de la pesca para ayudar a nuestros productores de los mares a ser más efectivos, a ser más eficientes, a tener más apoyos gubernamentales.

La instrucción del Presidente de la República es clara y precisa: tenemos que estar con nuestra gente en el lugar de los hechos, para ver qué se les ofrece, ver cómo los podemos asistir. Entonces, también es un sector estratégico para nuestro país.

¿Cómo va a ser la relación con las organizaciones campesinas? Cuando históricamente algunas chantajean al gobierno federal, amagan y hacen protestas para exigir apoyos al secretario en turno y muchas veces se les da, pero no se ve reflejado en la gente.

—La relación será cordial, atenta y justa, porque evidentemente tenemos que escuchar a los líderes, a todas las voces. Esta mesa es para todos. Hay política de puertas abiertas. Pero tenemos que llegar hasta las personas que están demandando y solicitando apoyos en cualquier lugar del país. Evidentemente los líderes serán siempre respetados y escuchados, pero iremos al usuario final con mucho entusiasmo.

¿Se van a revisar los apoyos a las organizaciones campesinas?

—Creo que eso es una tarea permanente, y en las cuales escuchamos las voces y anotamos las indicaciones.

¿Se van a revisar programas o pueden eliminarse algunos?

—Sí. Siempre están sujetos a evaluación. Los programas que cumplen con los objetivos para los cuales fueron creados, permanecen y se fortalecen; los que no, se modifican. Es decir, nosotros no venimos a quitar por una circunstancia o capricho personal ningún programa. Lo que funciona se queda, lo mejorable, se mejora, lo que no funciona se va y se sustituye por cuestiones que ayuden mejor a nuestra gente.

¿Habrá una depuración no sólo de delegados, sino de personal en la Secretaría?

—Ese no es el objetivo principal. Si se tienen que hacer cambios, se harán los necesarios para ser eficientes. Aquí los resultados son los que valen, los que cuentan. No es una cuestión de afectos, de amistad o de cercanía. Es una cuestión de resultados.

Mi vida pública me ha enseñado que al final del camino lo que queda son las cifras y los números. Los personajes somos temporales. Lo que queda es el resultado y el beneficio para nuestra gente. Por lo que vamos a hacer un análisis cuidadoso de los delegados o funcionarios y de nosotros mismos. El señor Presidente me valorará a mí y yo estoy evaluando a mi gente.

Siempre que hay un cambio de secretario, hay preocupación en los trabajadores respecto a mantener su fuente laboral, y más ahora que se habla de recorte presupuestal. ¿Se dará algún ajuste en la plantilla del personal?

—Lo que les pediría es que no haya preocupación, que haya ocupación. Estarán trabajando en la secretaría todas las personas que sean eficaces, las que auténticamente tengan una vocación de servir a la gente, y ellos serán respetados. Es decir, las personas que cumplan con estas características no tienen nada de qué preocuparse.

Creo en los gobiernos altos, no en las estructuras obesas; en las cosas grandes, pero no en las cuestiones pasadas de peso. Entonces, me parece que nosotros podemos ser mucho más efectivos, con una estructura que esté comprometida, independientemente del número. Tendremos el número que sea necesario para cubrir las expectativas y las necesidades de nuestra gente.

¿Cómo será la relación con el sindicato?

—Siempre será cordial, siempre estaré atento, siempre estarán las puertas abiertas para atender cualquier circunstancia que se presente, para cubrir cualquier necesidad que se requiera, en el marco de la ley siempre. Consideramos a los trabajadores sindicalizados y a los de confianza. Consideramos que nosotros nos debemos a la gente. Tenemos la oportunidad de servir a las personas, México necesita tener funcionarios capaces, competentes y comprometidos con nuestro país.

¿Cómo será la relación con los grandes empresarios del sector agropecuario y que dan empleo a miles de personas?

—Muy buena. Ya platiqué con muchos de ellos y les he dicho que estas puertas están abiertas. Todos trabajamos para un mismo objetivo, independientemente de que unos tengan empresas y otros representemos al sector público. Todos trabajamos para que a México le vaya bien, eso queda claro.

¿Le gusta el nombre de Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación?

Sí, me gusta.

¿Le cambiaría algo?

Nada. Así me gusta.

jram

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