En la casa presidencial comienzan a ver al 15 de septiembre como una fecha que marca derroteros en la administración del presidente Enrique Peña Nieto, siempre marcada por la preocupación y por la necesidad de tomar decisiones que marcarán en parte el mandato del mexiquense.

Nuevamente su participación de este noche en Palacio Nacional se limitará a encabezar la Ceremonia del Grito desde el balcón central y nuevamente tendrá que atender una emergencia que involucra la vida de mexicanos.

En 2013 y 2014 el presidente Peña estaba en su despacho alistándose para cumplir con esta tradición, la más importante del calendario cívico mexicano, y al mismo tiempo atendiendo siendo la contingencia provocada por los huracanes Ingrid y Manuel y un año más tarde por el huracán Odile.

Esta vez el escenario será similar: el mandatario canceló la semana pasada la cena de gala que se ofrecía al interior de Palacio y mantendrá toda su atención a los hechos ocurridos en Egipto, a donde ha sido enviada la canciller Claudia Ruiz Massieu para auxiliar a los mexicanos que sufrieron un ataque de fuerzas militares egipcias.

Nos dicen que el presidente Peña Nieto ve con una gran atención el incidente primero por la agresión sufrida por ciudadanos mexicanos y después por las repercusiones que podría tener esta acción entre ambas naciones pues el gobierno de México está a  la espera de los resultados de la investigación y de que haya justicia para las víctimas .

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