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Para especialistas en seguridad nacional la fuga del líder del Cártel de Sinaloa Joaquín El Chapo Guzmán, del penal de máxima seguridad del Altiplano, es un fuerte golpe para la confianza, la imagen y la credibilidad del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto.

El investigar del CIDE, Jorge Chabat, dijo que en estos momentos la credibilidad del gobierno del presidente Peña Nieto queda por los suelos, y hubiera sido mejor no atraparlo que “capturarlo y dejarlo salir”.

“El costo político para el presidente Peña Nieto es muy fuerte. Su gobierno ha sido muy afectado por el tema de la Casa Blanca y Ayotzinapa, pero esto es una falla muy seria en los mecanismos de seguridad que depende directamente del presidente Peña”.

Javier Oliva, profesor-Investigador en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, consideró que esta es una mala noticia interinstitucional.

“El esfuerzo de los soldados y marinos en su lucha contra el crimen no puede verse coronado de esta manera, por parte de la autoridad civil. Este es un problema que puede afectar el estado de ánimo interinstitucional”.

Gerardo Rodríguez, del Centro de Estudios del Ejército y Fuerza Aérea (CEEFA), dijo que las consecuencias de la fuga serán terribles porque se evidencia la debilidad institucional de las áreas de seguridad pública del Estado mexicano, en este caso de la Comisión Nacional de Seguridad.

El especialista en fuerzas armadas recordó que en 2014 la Marina pudo capturar al capo sinaloense con información de inteligencia de Estados Unidos, gracias al decomiso de un teléfono satelital propiedad del líder del Cártel de Sinaloa.

Daña relación con EU. Chabat agregó que este caso no tendrá buenos resultados en la relación México-Estados Unidos, sobre todo con los sectores más radicales que han mencionado que no se puede confiar en el gobierno mexicano por sus niveles de corrupción.

Gerardo Rodríguez dijo que Estados Unidos empleó recursos tecnológicos, humanos y financieros para dar la ubicación exacta para detener al capo en Mazatlán, en un operativo “perfecto” realizado por el grupo de Operaciones Especiales de la Marina.

“Estados Unidos debe estar preocupado, consternado y enojado con el gobierno mexicano de que se haya escapado el criminal más perseguido por sus agencias de seguridad”.

Oliva consideró que no sólo afecta la relación con el país vecino, sino con otras naciones porque nos deja como país con muy bajos niveles de moralidad en el ejercicio de la función pública. “Aquí el problema es la corrupción. Se necesita maquinaria de cierto nivel para hacer un túnel de mil 500 metros, conocer planos de la prisión, el nivel de corrupción es grande, y nos deja en condición muy precaria respecto de un Estado limitado para hacer respetar la paz pública y sancionar a los delincuentes”.

¿Reacomodo? Chabat dijo que el Cártel de Sinaloa nunca se ha debilitado, aunque ahora sólo se mencione al Cártel de Jalisco Nueva Generación. “No creo que haya mayor impacto, El Chapo seguramente seguía operando desde la cárcel, tanto así que maquinó su fuga, y ahora simplemente regresará a su negocio”.

Rodríguez opinó que a mediano plazo habrá recomposición de los cárteles y no descartó una oleada de violencia entre éstos. “El cártel del pacífico mandó un mensaje claro, sigue operando en México y no está dispuesto a ceder”, dijo.

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