El fiscal especial para investigar el llamado Rusiagate, Robert Mueller, seleccionó a los miembros de un gran jurado en Washington en un nuevo paso dentro de la investigación sobre la supuesta interferencia de Rusia en las pasadas elecciones del país, informó ayer el diario The Wall Street Journal.

De acuerdo con el medio, que citó “fuentes cercanas al asunto”, la formación del gran jurado indica una creciente intensidad de las pesquisas sobre los presuntos nexos de la campaña del presidente estadounidense, Donald Trump, con funcionarios rusos.

Apuntó, además, que es un indicativo de que las investigaciones sobre las interferencias electorales de Rusia se extenderán en los próximos meses.

En Estados Unidos el gran jurado supone una potente herramienta de investigación que permite a los fiscales requerir documentos, tomar juramento a los testigos y formular cargos si hay evidencia de que se ha cometido algún crimen.

Por su parte, la cadena CNN informó que el gran jurado formado por Mueller ya habría presentado citaciones en relación a la reunión que mantuvo Donald Trump Jr. en 2016 con una abogada rusa en la Torre Trump.

Las peticiones, indicó el canal de televisión, solicitan tanto documentos como testimonios de personas que participaron en la reunión, que se mantuvo después de que la abogada rusa ofreciera al hijo mayor de Trump información dañina sobre la entonces rival electoral del presidente, la demócrata Hillary Clinton.

También indicó que la investigación de Mueller estaría explorando los potenciales lazos financieros entre Trump, su familia y sus empresas con Rusia.

El portavoz de Mueller, Joshua Stueve, se negó a confirmar la formación del jurado, pero The Associated Press tuvo la confirmación de una persona al tanto de la investigación que declaró bajo condición de anonimato.

“Las cuestiones sobre los grandes jurados típicamente son secretas”, afirmó Ty Cobb, consejero especial del presidente, añadiendo que “la Casa Blanca está a favor de cualquier cosa que acelere la conclusión de su trabajo de manera justa”.

La investigación de Mueller ha sido descrita anteriormente por Trump como una “caza de brujas”, y el presidente tachó de “muy negativo” y dañino para EU el nombramiento de un fiscal para supervisar las investigaciones del FBI sobre el Rusiagate.

Previo al nombramiento de Mueller, los fiscales federales ya estaban utilizando otro gran jurado de Alexandria (estado de Virginia) para apoyar una investigación contra Michael Flynn, ex asesor de seguridad de Trump, por sus supuestos contactos con Moscú.

Expertos legales, apuntó The Wall Street Journal, afirmaron que la decisión de Mueller de nombrar un gran jurado indica que necesitará requerir registros y tomar declaraciones a testigos.

“Esta es una señal más de que hay una serie de acusaciones a largo plazo y gran escala que están siendo contempladas y perseguidas por el fiscal especial”, opinó Stephen Vladeck, profesor de la Universidad de Texas.

“Si ya había un gran jurado en Alexandria investigando a Flynn, no habría motivo para montar lo mismo para la misma persona. Esto sugiere que la investigación es más grande y va más allá de Flynn, probablemente de forma sustancial”, agregó el experto al diario.

Por su parte, el ex fiscal Paul Callan dijo que “considerando que Mueller heredó una investigación que había comenzado hace meses, esto sugeriría que ha encontrado información que apunta en la dirección de cargos criminales. Pero la verdadera pregunta es contra quién”.

Por la mañana, el presidente Donald Trump advirtió que las relaciones entre Washington y Moscú están en un “muy peligroso” bajo nivel, un día después de firmar un nuevo paquete de sanciones contra Rusia que un alto funcionario de ese país calificó como una “guerra económica”.

“Nuestra relación con Rusia está en un bajo histórico muy peligroso”, escribió el magnate en Twitter.

“Se lo podemos agradecer al Congreso, ¡la misma gente que ni siquiera es capaz de darnos salud!”, agregó en referencia a la reciente derrota en el Senado de sus planes de reforma del sistema de seguros de salud.

Trump firmó a regañadientes la ley —que también establece sanciones para Corea del Norte e Irán— e inmediatamente divulgó una nota oficial en la que consideró la iniciativa “seriamente defectuosa” por incluir restricciones al Poder Ejecutivo para modificar las sanciones.

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