Militares venezolanos impidieron ayer un plantón en el marco de las protestas opositoras contra el gobierno. Mientras que el presidente Nicolás Maduro oficializó su solicitud de referéndum para la Carta Magna que surja de la Asamblea Constituyente.

Militares enfrentaron con gases lacrimógenos a pequeños grupos de opositores que se concentraron en varios puntos de Caracas para sumarse a un plantón en la principal autopista, donde hubo disturbios en los que los diputados Miguel Pizarro y Juan Requesens denunciaron haber sido golpeados por militares de la Guardia Nacional.

En rueda de prensa de la oposición tras las protestas, el diputado Juan Andrés Mejía denunció que los militares “golpearon y robaron” a manifestantes, periodistas y dirigentes.

El Parlamento, de mayoría opositora, citó hoy al ministro de Interior, Néstor Reverol, para que responda “por la represión”, y convoco a una marcha a las sedes del poder electoral en Caracas y todos los estados del país el miércoles, en rechazo a la Constituyente.

“Señores de la Guardia Nacional, si quieren volver a reprimir, vamos a volver a resistir”, dijo Requesens.

Las manifestaciones, que dejan 66 muertos y más de mil heridos desde que estallaron el 1 de abril, exigen la salida de Maduro mediante elecciones generales y rechazan la Constituyente, en medio de una grave crisis económica.

Mientras las fuerzas de seguridad y los manifestantes se enfrentaban en el este y oeste de Caracas, en el centro altos funcionarios del gobierno presentaban en el Consejo Nacional Electoral (CNE) el documento que prevé el referéndum. La presidenta del CNE, Tibisay Lucena, quien recibió el texto, propuso el 30 de julio para la elección de la Constituyente, que tendrá un sistema de votación territorial y por sectores sociales que, según la oposición, es “fraudulento”, porque garantizará que el chavismo gane la mayoría de los 545 asambleístas.

La oposición decidió no participar por estimar que Maduro pretende perpetuarse en el poder con decisiones de la Constituyente, que según el mandatario será un “suprapoder” por encima de la ley. El dirigente chavista Jorge Rodríguez, quien entregó el documento al CNE, dijo estar seguro de que “la gran mayoría del pueblo” aprobará la nueva Constitución.

Maduro, quien asegura que la Constituyente reforzará la Carta Magna de 1999 con mayor poder popular y ayudará a restablecer la paz y estabilidad económica, propuso el referéndum luego de que la fiscal general, Luisa Ortega —de línea chavista— le pidió retirar la convocatoria a la Constituyente por considerar que agravará la crisis y que es un “retroceso” en derechos humanos y democracia.

Su postura le ha valido ataques por parte del gobierno y sus seguidores. De hecho, el chavismo solicitará al Tribunal Supremo de Justicia que se conforme una junta médica para evaluar a la fiscal por supuesta “insania mental”, indicó el diputado oficialista Pedro Carreño.

“Nosotros vamos a ir al Tribunal Supremo de Justicia a solicitarle (...) que se conforme una junta médica de expertos, de peritos, de siquiatras para que le hagan una evaluación a la señora, para qué, para prever que con esa conducta, con esa patología sistemática y recurrente, vaya a llevar a la república a daños mayores”, dijo.

En una entrevista matutina en el canal estatal VTV, el parlamentario y vicepresidente del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) de los estados Zulia y Trujillo, aseguró que Ortega con “ese comportamiento” da “sobradas manifestaciones de insania mental, y de que su comportamiento no está bien”. La ex magistrada Blanca Rosa Mármol explicó a la AFP que sólo el Parlamento puede destituir a la fiscal.

En medio de la crisis, la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) anunció que se reunirá el jueves con el Papa Francisco en el Vaticano para “explicarle grave situación”.

En tanto, el encarcelado líder opositor, Leopoldo López, rechazó una oferta de concederle el beneficio del arresto domiciliario a cambio de que pidiera levantar las protestas contra el gobierno, aseguró su esposa, Lilian Tintori.

Dijo que el ex presidente español José Luis Rodríguez Zapatero y los dirigentes oficialistas Jorge Rodríguez y Delcy Rodríguez visitaron a López en la cárcel para barajar la posibilidad de cambiar su condición de arresto.

“Se habló de casa por cárcel”, reveló Tintori, luego de asegurar que “Leopoldo jamás va a negociar su libertad. Primero está la libertad de todo un país, no se trata de la libertad de un hombre, se trata de la libertad de toda Venezuela”.

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