La primera ministra británica, Theresa May, remodeló ayer su gobierno tras el descalabro electoral del jueves y nombró como primer secretario (jefe de gabinete), y de facto viceprimer ministro, a Damian Green, quien era titular de Trabajo y es uno de sus estrechos colaboradores. También sumó a un rival de su partido como ministro de Agricultura, con la intención de unir a los conservadores.

Damian Green, viejo aliado político de May, y uno los miembros más proeuropeos de su gobierno, asumirá las funciones de “número dos” en un momento en el que la premier lucha por mantener la autoridad entre los suyos.

Green, de 61 años, ha estado cerca de May, de 60, desde la época en la que ambos eran estudiantes en la Universidad de Oxford y ejercerá ahora de su mano derecha.

Algunos analistas consideran que Green, quien defendió con entusiasmo la permanencia en la Unión Europea (UE) antes del referéndum del año pasado, podría suavizar la postura de May respecto al Brexit.

El sucesor de Green en el Ministerio del Trabajo es Davis Gauke, hasta ahora un alto funcionario del organismo de Finanzas, informó la oficina de la premier. Por su parte, el puesto de Gauke lo asumirá la cuestionada ministra de Justicia Liz Truss. David Lidington, el presidente de la Cámara Baja, será a partir de ahora el nuevo ministro de Justicia.

May también dio a conocer ayer que eligió como secretario de Agricultura a Michael Gove, con quien tuvo muchos encontronazos cuando ella era ministra del Interior. Expresó que su decisión se dio porque priorizó la experiencia de éste en su partido.

El resto de los cargos ministeriales quedan como estaban. El viernes, la primera ministra aseguró que los titulares de los cinco ministerios principales iban a continuar: Boris Johnson, en Exteriores; Philip Hammond, en Economía; Amber Rudd, en Interior; Michael Fallon, en Defensa, y el ultraconservador David Davis, como ministro del Brexit.

“Lo que estoy haciendo es avanzar con el trabajo inmediato. Y creo que eso es lo importante, lo que la gente espera. El pueblo quiere ver un gobierno que brinde certidumbre y estabilidad”, sostuvo.

May perdió la mayoría absoluta en las elecciones legislativas que convocó de forma anticipada. Ahora negocia con el conservador Partido Democrático Unionista de Irlanda del Norte (DUP) para intentar conseguir una mayoría en el Parlamento.

La premier envió a Gavin Williamson, responsable de la disciplina parlamentaria del DUP, un pacto cuyos detalles se debatirán hoy. El borrador establece que los protestantes norirlandeses se alinearán con los tories en votaciones parlamentarias clave, pero no prevé una coalición de gobierno.

El primer ministro de Irlanda, Enda Kenny, expresó ayer a May su “preocupación” ante el pacto con el DUP. Destacó la necesidad de proteger el acuerdo de Viernes Santo, que acabó con el conflicto en Irlanda del Norte. 

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