La derecha opositora se impuso el domingo en las elecciones municipales de Chile y le arrebató varias alcaldías emblemáticas a la coalición de centroizquierda gobernante, cimentando su posición camino a los comicios presidenciales del próximo año.

El bloque conservador "Chile Vamos" se convirtió en la primera fuerza política con el 38,44 por ciento de los votos en las elecciones para alcaldes frente a la alianza oficialista "Nueva Mayoría", que obtuvo un 37,08 por ciento de los sufragios con poco más del 99 por ciento de las mesas escrutadas.

La mandataria chilena, Michelle Bachelet, quien ha sufrido un desplome en su popularidad, había anticipado que los comicios serían un llamado de atención para la clase dirigente.

"La coalición de gobierno ha bajado su nivel de apoyo en varios lugares. Debemos escuchar este llamado de atención", admitió Bachelet. "Hemos tenido debilidades en algunas comunas y como coalición hemos tenido más división que unidad en torno a los temas que importan a los ciudadanos".

El resultado de las elecciones fue seguido muy de cerca por posibles candidatos presidenciales para la elección del próximo año, como los ex mandatarios Ricardo Lagos y Sebastián Piñera, quienes participaron activamente apoyando a cientos de candidatos en la campaña municipal durante las últimas semanas.

"Chile quiere un cambio. Hoy día hemos dado un gran paso de lo que se necesita y ojalá podamos todos juntos sacar al país de este clima de frustración para ponerlo en la senda del progreso", dijo Piñera tras celebrar el triunfo de Felipe Alessandri como nuevo alcalde de la poderosa comuna de Santiago.

La elección municipal es considerada un termómetro para las presidenciales, ya que establece un piso de votación para las distintas agrupaciones políticas.

En las elecciones municipales anteriores, en el 2012, el bloque de centroizquierda se impuso en ellas y luego triunfó en los comicios presidenciales del año siguiente.

El resultado de las elecciones del domingo es considerado un impulso para Piñera, quien ha mencionado que en marzo definirá si competirá en las elecciones presidenciales de fines del 2017.

HISTÓRICA ABSTENCIÓN

La indiferencia del electorado quedó de manifiesto en el nivel de abstención que alcanzó a cerca de un 65 por ciento, según diversas proyecciones.

En la mayor abstención habría influido el cambio en el domicilio de votación de 500.000 ciudadanos inscritos sin su consentimiento. La falla le costó el puesto a la ministra de Justicia.

"No podemos desconocer lo que las urnas nos han dicho. Primero por la elevada abstención y segundo por la forma en la que las personas se expresaron (...) Todo hemos sido castigados con esta abstención", dijo Ricardo Lagos.

Los chilenos vienen expresando un creciente descontento por las malas prácticas y el financiamiento irregular de empresas a políticos de varios partidos, a lo que se suma un caso de supuesto tráfico de influencias y delitos tributarios que involucra a la nuera de Bachelet.

En este escenario de desencanto con la política tradicional, irrumpieron candidatos independientes que destronaron en algunas comunas a las principales coaliciones políticas, algo insospechado hasta hace una década atrás en un país históricamente dominado por dos fuertes corrientes ideológicas.

"Se acaba el duopolio, la corrupción, las malas prácticas. Nace una nueva fuerza política para recuperar la dignidad de nuestro país", dijo Jorge Sharp, un candidato independiente que ganó sorpresivamente la alcaldía en el puerto de Valparaíso, apoyado por parlamentarios de la izquierda disidente.

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