La entrada en vigor del alto el fuego en Siria hace 24 horas ha implicado una significativa reducción de la violencia y una relativa calma ha reinado hoy en zonas donde los combates eran constantes, dijo el enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura.

"Lo más delicado ahora es que cualquier incidente que puede ser evitado degenere y aumente la fragilidad del alto el fuego", dijo De Mistura a la prensa.

Agregó que "en otras palabras, debemos evitar que cualquier incidente tenga el efecto de una bola de nieve".

Estados Unidos y Rusia, principales soportes de las partes combatientes en Siria, acordaron el pasado viernes un alto el fuego que empezó en la tarde del lunes.

De Mistura reconoció que pese a que la situación ha mejorado mucho, se han registrado algunos incidentes, aunque éstos estuvieron "geográficamente aislados".

"Algún nivel de violencia continuó después del atardecer, incluyendo algunas denuncias de bombardeos aéreos y de fuego de mortero cerca de la ruta de Castello", explicó De Mistura en referencia a la única vía de acceso al este de Aleppo, controlado por grupos rebeldes y que fue tomada por las fuerzas gubernamentales.

Enfatizó que, a pesar de ello, "cada información que nos ha llegado desde esta mañana indica una reducción de la violencia y la calma prevalece en Hama, Latakia, Idleb y en Alepo ciudad y rural".

El cambio más positivo se ha producido en la ciudad de Aleppo, donde hoy no han caído bombas.

Rusia ha indicado que el primer plazo para hacer una evaluación del cese de hostilidades será a las 48 horas de su inicio, tras lo cual el siguiente desafío es que se cumpla una semana entera sin que los combates se reanuden.

Washington y Moscú han adelantado que si la calma se mantiene por siete días, entonces empezarán los preparativos para establecer un centro conjunto de operaciones para atacar coordinadamente posiciones de los grupos terroristas Estado Islámico (EI) y Al Nusra.

De Mistura sostuvo que el paso siguiente será avanzar con la asistencia humanitaria y que para ello la ONU tiene preparado un convoy de veinte camiones para salir hacia Alepo.

Para ello, el enviado especial indicó que el Gobierno sirio debe brindar acceso "sin restricciones" a esos camiones, aceptando la notificación de la ONU sobre su contenido y sin pretender inspeccionar su interior.

Una práctica regular de las fuerzas gubernamentales ha sido la de abrir los camiones para verificar su contenido y sacar de ellos las medicinas y suministros médicos.

Por su parte, las fuerzas rebeldes en Alepo -constituidas en un Consejo Provincial- no deberán poner ninguna condición para aceptar la ayuda.

"La prioridad es el este Aleppo, que ha estado aislada durante mucho tiempo", insistió el diplomático.

El sector oeste de la ciudad, bajo control del gobierno, recibe ayuda regular y a esa área también llegan cargamentos comerciales.

Un centro de operaciones en el que trabajan expertos militares y diplomáticos rusos y estadounidenses, que se constituyó para supervisar el primer alto el fuego alcanzado en febrero, pero que duró pocas semanas, se ha puesto nuevamente a funcionar en la sede de la ONU en Ginebra, reveló De Mistura.

jlcg

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