Al menos seis uniformados murieron y catorce resultaron heridos en un atentado con coche bomba que tuvo hoy como blanco una posición del Ejército jordano en la zona remota de Rakban, en el noreste del país y fronteriza con Siria.

Según un comunicado de las Fuerzas Armadas de Jordania, las víctimas mortales son cuatro guardias fronterizos, un efectivo de la Defensa Civil y otro de la Seguridad General.

El atentado fue perpetrado a las 05.30 hora local (02.30 GMT) contra una barrera militar situada frente al campo de refugiados sirios de Rakban, que acoge a decenas de miles de desplazados.

Un responsable de la Comandancia de las Fuerzas Armadas dijo que "la cobarde acción terrorista" se registró contra "una posición militar al servicio de los refugiados", integrada por miembros del Ejército y de la Policía.

En el ataque, el primero de este tipo perpetrado contra el Ejército jordano desde el inicio del conflicto sirio en 2011, participaron varios vehículos, ya que el Ejército anunció que sus efectivos pudieron destruir algunos de ellos.

"Acciones criminales como esta no hacen más que aumentar la perseverancia del Ejército jordano y de los órganos de seguridad en combatir a los terroristas y sus oscuras ideologías", advirtió la Comandancia castrense.

Hasta ahora ningún grupo ha reivindicado el atentado, aunque los expertos apuntan al grupo terrorista Estado Islámico (EI).

También el Observatorio Sirio de Derechos Humanos documentó una fuerte explosión de un coche bomba a primera hora de la mañana en el campo de refugiados de Rakban.

La ONG recordó que hace un mes hubo enfrentamientos entre dos clanes árabes por diferencias sobre la llegada de alimentos a ese campo de desplazados, ubicado en una zona desértica cerca del triángulo fronterizo que forman Jordania, Siria e Irak.

Las autoridades jordanas rechazaron en un primer momento la entrada de refugiados sirios por esta zona por motivos de seguridad, ya que alegaron que provenían de áreas controladas por el EI y podía haber yihadistas infiltrados.

Debido probablemente a la presión internacional, Jordania -que acoge a más de 600 mil refugiados sirios, según ACNUR, y cerca de un millón y medio de acuerdo a las autoridades- cedió finalmente y ha permitido la entrada de unos 300 desplazados al día desde hace dos meses.

Este atentado en la frontera se produce dos semanas después de que cinco agentes de los servicios de inteligencia de Jordania murieran en un ataque contra su oficina, situada en el campo de refugiados palestino de Al Baqaa, unos 8 kilómetros al norte de Ammán.

Hasta ahora, Jordania se había mantenido relativamente estable y no había sufrido acciones terroristas como sus países vecinos.

No obstante, el país forma parte de la coalición militar internacional dirigida por Estados Unidos contra el EI, que ha amenazado en varias ocasiones a las autoridades jordanas.

lsm

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