El Papa Francisco pidió a los países y la población no someterse a organismos financieros y defender sus derechos, proteger el ambiente y combatir la exclusión económica y social.

En su discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas, el pontífice reclamó "conceder a todos los países, sin excepción" un participación y una incidencia real equitativa en las decisiones de los organismos financieros internacionales, en el Consejo de Seguridad de la ONU y en mecanismos creados para afrontar crisis económicas.

Por lo tanto, rechazó la "sumision asfixiante" que causan los organismos financieros internacionales cuando estos imponen a los países sistemas crediticios que "someten a las poblaciones".

"Los organismos financieros internacionales han de velar por el desarrollo sostenible de los países y la no sumisión asfixiante de estos a sistemas crediticios que lejos de progreso, someten a las poblaciones a mecanismos de mayor pobreza, exclusión y dependencia", argumentó.

Por lo tanto, consideró que la labor de las Naciones Unidas puede ser vista como desarrollo y promoción de soberanía del derecho, ya que la justicia es un requisito indispensable par obtener el ideal de la fraternidad universal. 

En este contexto, recordó que la limitación del poder es una idea  implícita en el concepto de derecho, es decir, dar a cada uno lo suyo, siguiendo la definición clásica de justicia, por lo que esto significa que "ningún individuo o grupo humano se puede considerar omnipotente, autorizado a pasar por encima de la dignidad y de los derechos de las otras personas o de sus agrupaciones sociales".

Por otro lado, El Papa Francisco proclamó la existencia de un "verdadero derecho del ambiente" y dijo que cualquier daño a este "es un daño a la humanidad".

El pontífice declaró que los seres humanos "somos parte del ambiente" y que éste "comporta límites éticos que la acción humana debe reconocer y respetar".

Por esta razón, expuso que "hay que afirmar con fuerza sus derechos, consolidando a protección del ambiente y acabando con la exclusión".

Por otro lado, el Papa Francisco solicitó que en la cumbre de Naciones Unidas sobre el cambio climático a celebrarse en diciembre en París, Francia, haya un compromiso de los países.

"El mundo reclama de todos los gobernantes una voluntad efectiva, practica, constante, de pasos concretos y medidas inmediatas para preservar y mejorar el ambiente natural y vencer cuanto antes el fenómeno de la exclusión social y económicas, con sus tristes consecuencias de trata de seres humanos, comercio de órganos y tejidos humanos, explotación sexual de niños y niñas, trabajo esclavo, incluyen la prostitución, tráfico de drogas y de armas, terrorismo y crimen internacional organizado", indicó. 

También, dijo que los pobres tienen derecho a educación adecuada, vivienda propia, trabajo digno y debidamente remunerado, alimentación adecuada y agua potable, libertad religiosa y tierra.

cg

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