Coreas intercambian fuego en la frontera

Seúl.— Corea del Norte ordenó el viernes a sus tropas fronterizas que estén listas para el combate, después del ultimátum lanzado por el gobierno de Kim Jong-un en el marco de la nueva escalada de tensión con su vecina Corea del Sur. El Ejército Popular debe destruir “las herramientas de la guerra psicológica del enemigo” si Corea del Sur no cesa sus emisiones propagandísticas en 48 horas, indicó la televisión estatal norcoreana, según la agencia de noticias surcoreana Yonhap. Kim declaró a su vez un “casi estado de guerra” y ordenó a los altos comandantes que se preparen para la acción militar.

Corea del Sur también elevó el nivel de alarma de su ejército y dijo que responderá “con fuerza ante cualquier provocación”. También pidió a los habitantes de la población fronteriza de Incheon y de otras localidades que se resguarden en refugios. La presidenta de Corea del Sur, Park Geun-hye, celebró una sesión de emergencia con el Consejo de Seguridad Nacional.

El jueves, unidades de artillería de ambos países intercambiaron disparos en la frontera. Norcorea amenazó después con llevar adelante acciones militares si Seúl no interrumpía su campaña de propaganda. Seúl reanudó recientemente los anuncios propagandísticos contra Norcorea a través de parlantes en la frontera tras 11 años de pausa, después de acusar al país vecino de enterrar minas terrestres en la zona desmilitarizada que causaron heridas a dos sus soldados. Pyongyang lo negó, amenazó con disparar contra los altavoces y retomó su propia propaganda contra Corea del Sur.

El Ministerio de Defensa de Corea del Sur acusó a los militares del país vecino de haber lanzado un misil contra una unidad militar al noroeste de Seúl. Más tarde cayeron más proyectiles del lado sur de la frontera, informaron círculos militares. Corea del Sur respondió con decenas de granadas. La dos partes indicaron que no se habían registrado daños.

Norcorea y Corea del Sur se enfrentaron en la Guerra de Corea (1951-1953), que terminó con un alto el fuego en lugar de un tratado de paz. DPA