La Habana / Bogotá.— Dos ex negociadores de las FARC en el proceso de paz con el gobierno colombiano en Cuba, los insurgentes conocidos como Jairo Martínez y Emiro Chaqueto, murieron en ataques de las fuerzas militares en Colombia, se informó ayer.

Martínez fue una de las 27 víctimas del bombardeo militar realizado el jueves en el departamento del Cauca, en el suroeste del país, dijo el líder insurgente conocido como Pastor Alape al inicio de una nueva jornada de diálogos con el gobierno en La Habana.

Desde Bogotá, fuentes castrenses aseguraron al diario El Colombiano que Chaqueto cayó en otro bombardeo militar realizado en Riosucio, Chocó, en donde también murió el máximo jefe del frente 18 de las FARC, Román Ruiz.

La guerrilla levantó el viernes el alto el fuego unilateral declarado en diciembre, tras el bombardeo militar del día anterior en Guapi del Cauca.

Martínez estaba “en misión de pedagogía de paz” en el frente 29 de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), sostuvo Alape, quien acusó también a las fuerzas militares de haber ultimado a varios guerrilleros después del bombardeo y de cometer una “masacre”.

Jairo Martínez integró durante varios meses a partir de febrero de 2014 la mesa de negociaciones en La Habana, aunque había vuelto ya el año pasado a Colombia.

Por su parte, el director del Instituto de Medicina Legal de Colombia, Carlos Valdés, confirmó desde Bogotá que Martínez, de 63 años, es uno de los 12 guerrilleros identificados tras el bombardeo de hace una semana. Valdés indicó además que, tras análisis realizados a los cuerpos, se pudo establecer que no recibieron disparos a corta distancia como lo señaló el grupo ilegal desde La Habana. Detalló que los cuerpos tenían quemaduras de segundo y tercer grado causadas al parecer por artefactos explosivos.

Las fuerzas militares mataron en otros bombardeos a más de diez guerrilleros, entre ellos a los ya mencionados Chaqueto y Ruiz, líder de un frente de las FARC en el departamento del Chocó, en el noroeste de Colombia. La guerrilla, por su parte, mató a un policía en el departamento de Nariño (suroeste).

El presidente Juan Manuel Santos había decidido suspender temporalmente los bombardeos contra las FARC en marzo, pero ordenó su reanudación un mes después debido a un ataque de la guerrilla que dejó 11 militares muertos en el Cauca, pese a la tregua que la insurgencia había anunciado en diciembre.

“Es imperativo conjurar el fuego de la guerra que amenaza con reactivarse en el territorio nacional, cuando hasta hace poco avanzaba a paso seguro el desescalamiento del conflicto”, dijeron las FARC en un comunicado leído en La Habana por Alape.

“Las conversaciones de paz no progresarán con baños de sangre, presidente Santos”, agregó el guerrillero.

A pesar de las nuevas tensiones, el gobierno y las FARC han mantenido las conversaciones de paz que realizan desde noviembre de 2012 en Cuba. Ambas partes han alcanzado tres acuerdos parciales de una agenda de paz de cinco puntos. Agencias

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