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Mientras Ricardo Monreal Ávila, delegado en Cuauhtémoc, planteó llevar a cabo una elección directa y a población abierta para definir al abanderado de Morena que contenderá por la jefatura de Gobierno en 2018, sus correligionarios Martí Batres, presidente de Morena en la Ciudad de México, y la delegada en Tlalpan, Claudia Sheinbaum, lo consideraron inviable.

Monreal pidió a los aspirantes no tener temor a que se lleve a cabo una primaria, ya que consideró sería un buen ejercicio. Por lo menos él, dijo, estaría dispuesto y lo formalizará a Morena en la Ciudad, así como a su líder nacional Andrés Manuel López Obrador.

El zacatecano admitió que pesa la opinión de López Obrador y que si éste le dice no hay forma de llegar a la candidatura, se hace a un lado.

Además, dejó entrever que si no participa como candidato de Morena al Gobierno capitalino ya no participaría, incluso, para una dependencia federal, en caso de que Andrés Manuel llegue a Los Pinos.

Entrevistados por separado, Batres argumentó que los estatutos del partido establecen que la forma de elección es la encuesta y que no hay otro método más abierto que conocer la opinión de las personas.

Se dijo respetuoso de las declaraciones de Monreal, pero defendió el método de selección que ya está planteado. “Es inviable”, recalcó.

Claudia Sheinbaum refutó que una elección como la que propone Monreal desgastaría y violentaría los estatutos del partido: “Me parece que la encuesta es una muy buena forma para saber qué opina la ciudadanía respecto a las personas que estamos en Morena, que decidimos participar en la encuesta para la jefatura de Gobierno”.

Aclaró que no es una decisión de Andrés Manuel López Obrador ni del Comité Ejecutivo Nacional.

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