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La rehabilitación del Zócalo de la Ciudad de México comenzó ayer con tres primeras calas, bajo supervisión del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en las que no se encontraron vestigios arqueológicos.

Estas excavaciones, hechas en una superficie de un metro de longitud y con 50 centímetros de profundidad, se realizaron en los costados suroriente y nororiente (hacia Palacio Nacional) y a un costado del asta bandera.

Un arqueólogo del INAH y 15 trabajadores de la Secretaría de Obras y Servicios (Sobse) retiraron el piso que actualmente cubre la plancha, encontrando únicamente “tapete molido sin valor arqueológico”.

Para garantizar la seguridad de los transeúntes, se confinó las zonas en donde se realizaron las tres calas. Al no encontrar ningún vestigio se cerraron las excavaciones con el mismo material y se cubrió con cemento; se colocaron barreras plásticas y cintas de seguridad para permitir su secado.

El secretario de Obras y Servicios, Édgar Tungüí, destacó que estas acciones, denominadas como arqueología de protección, se realizan de manera previa a la intervención total del Zócalo a fin de evitar algún daño al patrimonio histórico. “Tenemos un acompañamiento constante del personal Instituto de Antropología e Historia, lo cual asegura que cualquier trabajo que hagamos en este lugar histórico, la plaza más importante del país, se haga con el mayor cuidado posible”, dijo.

Contratos. Aunque los trabajos de rehabilitación comenzaron ayer, el método por el cual se elegirá a la empresa que realice las obras será determinado en conjunto con el gobierno federal, los próximos días.

“La ley de Obra Pública establece tres procedimientos para poder adjudicar una obra que es, la adjudicación directa, la adjudicación restringida por dos o tres participantes o la adjudicación pública nacional. ¿En qué depende? Pues depende desde luego de los montos de adaptación, pero sí hay un parámetro que dice que cuando son temas de patentes o de ciudad, nacional, pueden ser por adjudicación directa. Entonces estamos viendo nada más esas partes”, explicó.

La rehabilitación del Zócalo, para la cual se destinará una inversión de 150 millones de pesos, comprende la sustitución del piso actual por concreto hidráulico y la eliminación de uno de los carriles vehiculares de la plaza para sumarlo al área peatonal. También se habilitarán ocho cruces seguros, se instalarán guías táctiles y un sistema de anclaje para evitar daños en el concreto con la instalación de equipo a propósito de los eventos masivos.

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