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Tras el asesinato de Pedro Vega, colaborador del diputado federal panista Santiago Torreblanca, ciudadanos exigieron justicia con un mitin a las afueras de las oficinas del gobierno de la Ciudad de México.
La noche del martes, Pedro Vega viajaba en un camión en la delegación Benito Juárez; dos sujetos asaltaron a los pasajeros, el panista se resistió al asalto, recibió dos balazos, fue arrojado de la unidad de transporte público y falleció.
Jacqueline, amiga de Pedro, exigió que ningún otro joven sea víctima de la delincuencia en la capital del país.
Acompañado de la mamá, del papá y de la hermana del fallecido, Santiago Torreblanca instó a Miguel Ángel Mancera, jefe de Gobierno de la Ciudad de México, y a Hiram Almeida, secretario de Seguridad Pública, a impulsar un diálogo sobre la necesidad de realizar cambios al sistema de seguridad.
La madre de Pedro, el joven asesinado, dijo estar consciente de que, al igual que ella, muchas mujeres "llegan del trabajo a su casa para encontrar sangre", debido a la inseguridad.
Militantes de diversos partidos políticos y ciudadanos sin militancia se unieron en un minuto de aplausos en honor a la víctima, que tenía 23 años.
pmba
