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Ricardo Monreal Ávila, delegado en Cuauhtémoc, asegura que las acusaciones en su contra por presunto tráfico de influencias al entregar 14 contratos de obra por 266 millones de pesos a amigos de su hija se deben a un asunto político, donde la extrema derecha se junta con la extrema izquierda para intentar detenerlo en su aspiración a la jefatura de Gobierno.

Advierte que frente a esta campaña mediática y millonaria interpondrá una denuncia ante tribunales por daño moral y demostrará que es falsa y pagada para desprestigiarlo.

Antes exige a la Organización Mexicanos contra la Corrupción, que preside Claudio X. González, promotora de la investigación, transparente los 177 donantes que la mantienen.

Se presume que una de las sociedades anónimas de Mexicanos contra la Corrupción, que es Talento e Inteligencia de Medios a cargo del activista Darío Ramírez, mantiene relación con la familia Batres Guadarrama.

Sin embargo, hasta el momento el delegado morenista no da nombres pero demanda cuánto le pagan por mes a la organización, cuál es la nómina, cuánto pagan por reportaje y para empujar una nota negativa contra algún personaje político; además, cuántos bienes tienen, cuánto les da el gobierno vía directa o a través de deducciones e impuestos.

“A mí nadie me doblega o me hinca, he vivido siempre en la adversidad, pero mi familia es la que sufre mucho siempre. He vivido en la adversidad por mis ideales, a veces me enfrento al gobierno, a veces a organizaciones tan poderosas como ésta [Mexicanos contra la Corrupción]”, dijo.

—¿A Ricardo Monreal sólo lo sacaría Andrés Manuel López Obrador?

—Bueno, ahí sí son palabras mayores, pero yo voy a seguir adelante, respeto mucho a Andrés Manuel y su opinión cuenta mucho para mí.

—¿Él no le ha dicho nada?

—No, no lo he visto, él está haciendo su chamba y yo la mía.

Aseguró que va a desnudar punto por punto cada acusación, aunque le resulta curioso que sólo sea en contra de esta delegación: “Eso es lo que tenemos que darnos cuenta, quiénes están detrás de esta organización de Claudio X. González porque es poderosísima, fuerte y están acostumbrados a doblegar a los políticos, a hincarlos, a hacerlos comer de su mano, conmigo se equivocaron”.

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