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El proyecto de Constitución impulsado por el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, se topó con sus primeros obstáculos en la Asamblea Constituyente, pues la mayoría de los grupos parlamentarios se opusieron a contenidos del documento actual, advirtieron controversias con la Constitución General de la República y hasta lo compararon con un Frankenstein.

Las bancadas concentraron los señalamientos en los temas de Carta de Derechos, Poder Judicial y Órganos autónomos, a lo que el PRD y el grupo constitucionalista defendieron el proyecto al calificarlo como progresista.

Bernardo Bátiz, coordinador de los diputados de Morena, dijo que la voluntad es que haya una Constitución para la ciudad “pero no ésta que se presentó, tiene que corregirse”.

Santiago Creel, coordinador del PAN, aseguró que se partirá de la base del proyecto presentado por Mancera, pero señaló que hay contradicciones constitucionales.

Uno de los discursos más extremos fue el de Hugo Eric Flores, coordinador de Encuentro Social, quien comparó el proyecto con Frankenstein pues “es un parche de ideas” y advirtió sobre 18 posibles contradicciones constitucionales como bajar la edad para votar a los 16 años o el uso de la marihuana.

César Camacho, coordinador del PRI, cuestionó que el proyecto de Constitución fue un intento de convertir las propuestas de expertos en normas jurídicas “pero a diferencia del proyecto, la Constitución debe contener derechos, no deseos”.

Gabriel Quadri, de Nueva Alianza, criticó incluir “derechos insólitos”, como el comercio en la vía pública y reclamó reconocer el derecho a la propiedad y a la actividad productiva para crear empresas.

René Cervera, diputado de Movimiento Ciudadano, comentó que el proyecto recibido “sirve más al statu quo que a la gente” y se inconformó con que haya tantos derechos para minorías.

Ven campaña de desinformación. En defensa del proyecto, Dolores Padierna, coordinadora del PRD, dijo que es un documento progresista y de avanzada, aunque aceptó que se requieren cambios.

Porfirio Muñoz Ledo, diputado designado por el jefe de Gobierno, dijo que algunas de las críticas contra el documento parecieran parte de una “campaña de desinformación mediante el método de la mentira reiterada”.

Por el contrario, resaltó que el proyecto innova al perseguir una nueva política redistributiva, un nuevo pacto fiscal.

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