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Madrid.— La muerte de María Villar sigue causando polémica en España. La familia ha respondido a los comentarios de expertos que afirman que la policía mexicana le ofreció consejos erróneos en la gestión del secuestro. El ministro de Exteriores español también fue censurado por precipitarse en el anuncio de la muerte.

Las televisiones de España se llenaron ayer de debates sobre la inseguridad en México, la impunidad de los criminales, consejos a los viajeros españoles y análisis sobre la negociación del caso de María Villar.

El crimen ha conmocionado al país, entre otras razones, porque el tío de la fallecida, Ángel María Villar, es presidente de la Federación Española de Fútbol. Un experto negociador que habló con la cadena Cuatro fue el responsable de las declaraciones más polémicas del día.

El profesional, que alegó 30 años de experiencia y una “estrecha relación con las autoridades mexicanas”, aseguró que la familia Villar estuvo mal aconsejada por la policía mexicana.

“Por recomendaciones de la policía de allí, se dijo que los que le habían secuestrado eran de bajo nivel. Entonces, que estaban pidiendo una cantidad desorbitada, que probablemente con mucho menos se conformaban y la soltaban”, aseguró el experto, que aclaró que los delincuentes con menos experiencia son los más peligrosos por tener menos sangre fría y que la mayoría de secuestros en México suelen resolverse satisfactoriamente.

“Lo más probable es que se hayan sentido engañados, y puede haber provocado el fatal desenlace”, dijo.

Las declaraciones del negociador siguen la línea de lo adelantado el martes por el ministro de Exteriores español, José Manuel García-Margallo, que al anunciar la muerte de Villar en directo en un programa de radio, aseguró: “Se había pagado la cantidad, aunque inferior a la que pedían y creíamos que iba a salir sana y salva”. De acuerdo con las primeras versiones oficiales, los secuestradores pedían 2 millones de pesos (unos 90 mil euros) y recibieron sólo 66 mil pesos (3 mil euros).

Una de las tres hermanas de María Villar reaccionó ante estas críticas y negó en el diario vasco El Correo que la familia no cumpliese con lo que exigían los secuestradores. “Pagamos el rescate que se nos pidió, les dimos lo que se negoció, ni más ni menos”, afirmó.

El descontento de la familia con la mediación del ministerio es patente. La hermana condenó que Margallo anunciara públicamente la muerte de María cuando la familia aún creía que las negociaciones seguían en marcha. “Es una falta de respeto total y absoluta. A nadie le gusta enterarse así de semejante noticia”, dijo. La mujer terminó precisando que sus padres, ya mayores, están “fatal”: “Mi madre está muy mal”. Su tío, Ángel María Villar, ha rechazado hacer declaraciones por encontrarse convaleciente de una operación quirúrgica.

Operativo en Santa Fe. Con un despliegue de más de 200 elementos, la secretaría de Seguridad Pública local (SSP) y la delegación Cuajimalpa realizaron anoche un operativo para inhibir la incidencia delictiva; las acciones iniciaron en la zona de Santa Fe.

Los policías capitalinos, apoyados con 15 patrullas y cuatro grúas, se concentraron en las inmediaciones del centro comercial Santa Fe con el fin de patrullar esta zona, así como diferentes colonias de la demarcación.

“Delegación Cuajimalpa y la SSP realizan megaoperativo para reforzar la seguridad en la demarcación”, informó en su cuenta de Twitter el jefe delegacional Miguel Ángel Salazar.

El operativo de realiza luego de que el martes pasado se diera a conocer el asesinato de María Villar Galaz, quien fue secuestrada al abordar un taxi en la zona de Santa Fe, afuera de la plaza Patio Santa Fe.

Dicha zona corporativa se ubica entre las delegaciones Cuajimalpa y Álvaro Obregón; la plaza comercial donde la sobrina del presidente de la Federación Española de Futbol, Ángel María Villar, se ubica en Álvaro Obregón.

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