En libertad, los orangutanes no son propensos a padecer enfermedades, éstas ocurren con mayor frecuencia cuando el animal se encuentra en cautiverio, explicó Biruté Galdikas, etóloga especialista en grandes simios.

Durante su presentación en el Segundo Congreso de Bioética y animales organizado en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) la etóloga señaló que a pesar de que los orangutanes son especies solitarias, Toto, quien habita en el Zoológico de Chapultepec, experimenta la soledad.

En entrevista con medios señaló que el cautiverio no es una opción para los animales, ya que lo que necesitan es un terreno en donde puedan rehabilitase para después ser soltados a la vida en libertad.

Biruté Galdikas es una de las más grandes investigadoras de los grandes simios a nivel mundial y en entrevista hizo un llamado a las autoridades a poner atención en cuidado de los animales, luego de que en menos de un año, en la Ciudad de México murieran el orangutan Jambi, el chimpancé Lío y la elefante Maguie.

Asimismo cuestionó el por qué no existe un santuario nacional que garantice el bienestar de los animales toda vez que el país cuenta con los recursos y es el único ente que podría hacerlo como una forma de mostrarse orgulloso de las especies que viven en el territorio.

"Lo único que se necesita es un lugar con una hectárea de bosque" dijo; y detalló que en las islas de Borneo construyeron dos hectáreas de islas con árboles para recrear el ecosistema en el que viven, debido a que los orangutanes habitan en las copas y de las zonas altas obtienen sus alimentos, por lo que recalcó que los animales no están hechos para vivir en cautiverio.

Biruté Galdikas señaló que de darse la oportunidad recibirían en Borneo a Toto, el hermano del fallecido Jambi, pues de acuerdo con su experiencia, "todos los orangutanes pueden adaptarse a la vida silvestre a pesar de haber vivido en cautiverio".

Dijo que cada que se recibe a un gran simio que estuvo en confinamiento se le aplica una sustancia desparasitante durante tres meses, pues es común que presenten parásitos al estar en contacto con los humanos, ya que el material genético de los orangutanes es 97%  coincidente con el de las personas.

Para Paulina Rivero Weber, profesora de Filosofía con especialidad en etología, el orangután Toto que vive en Chapultepec sí tiene posibilidades de ser trasladado para darle atención a pesar de que la legislación no lo permite.

"Las leyes no permiten sacarlo pero sí hay una forma, hay un pequeño camino. La ley dice que pueden salir si son sujetos a investigación, entonces si sí Biruté Galdikas declara que lo va a incluir en su investigación y la oportunidad podría darse", explicó.

ahc

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