El Estudio Millesime recibió al chef carioca Thomas Troisgros quien, junto a su padre Claude, comanda el restaurante Olympe en Río de Janeiro. La visita ocurre después de que en abril se anunciara que se integra a la lista de los mejores restaurantes del mundo, mientras que aún ocupa el lugar número 17 en el listado que concierne a Latinoamérica. “Mi abuelo, Pierre Troisgros, ayudó a dar forma a lo que hoy es la cocina francesa,” nos cuenta en Thomas, “y mi padre se mudó a Brasil hace 40 años y yo de niño iba a la cocina del restaurante a ver a mi papá. Ahora, comienzo a tomar el mando del restaurante —mi padre sigue muy activo todavía—, pero hoy el trabajo en cocina es mío. El reto es grande porque tengo que asegurarme de trabajar en el mismo nivel con que mi papá lo mantuvo, pero lo mejor ha sido el trabajo de padre e hijo durante los últimos tres años, a la par que con todo el equipo de Olympe.” Con semejante tradición de talento culinario, la visita de Thomas no podría pasar desapercibida para la escena foodie de la Ciudad de México y durante su visita presentó un menú inmejorable, que dio una breve, pero deliciosa, pincelada de lo que es su cocina en la capital brasileña.

Un ricotta de búfalo con puré de betabel y escabeche de miel y unos callos con puré de ñame, leche de coco y tucupí fueron los platillos con los que abrió la degustación, que se maridaron con Veuve Clicquot Rosé. El resultado fueron bocados llenos de contrastes, con picos lácteos y frutales que el champagne rosado acompañó a la perfección. Luego, un huevo orgánico con crumble de parmesano y la lubina con corazones de palmito dieron paso a la res de Denver con coliflor. Los capitalinos pudieron degustar comidas y cenas confeccionadas por Troisgros, mientras que él, en su visita a CDMX, nos confesó que se deleitó con tacos de pastor y tripa.

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