Entre tuits y mañaneras. México está a merced de dos grandes fabricantes de incertidumbre: los presidentes Trump y López Obrador. Se trata de un concepto del libro de Marlia Banning, Manufacturing Uncertainty, o ‘Fabricando incertidumbre’, acción que la autora atribuye a la derecha conservadora de EU. En librerías desde 2013, el libro no incluyó los tuits de Trump como surtidores permanentes de incertidumbre para su país y el nuestro (y el resto del mundo). Ni sus equivalentes en México: las mañaneras de AMLO, que logran paralizar por sus efectos de incertidumbre lo mismo a colaboradores del presidente que a izquierda y derecha, a inversionistas, consumidores y a los periodistas que el lunes presenciaron la descalificación de las funciones informativas no comprometidas con su régimen transformador. En la incertidumbre quedará también la evaluación de los programas sociales, una vez que en la mañanera de ayer el presidente dio por bueno el cese del secretario ejecutivo de Coneval que alertó contra su desmantelamiento.

Las fábricas de incertidumbre de nuestros países suponen emprendimientos deliberados para producirla, a través de la emisión sistemática de afirmacion es falsas o engañosas, provocaciones y violencia verbal. El fin de semana se activaron estas factorías con los engaños construidos por Trump sobre nuestra frontera, “maldecida” por él en la misma jornada en que su secretario de Estado nos ponía una palomita de aprobación por adoptar su política migratoria: activa contra los centroamericanos en México y pasiva ante las redadas contra mexicanos en Estados Unidos. El círculo se cerró al día siguiente en nuestra propia fábrica de incertidumbre cuando desde Palacio Nacional fue vitoreado como un éxito este tutelaje bajo extorsión —nunca tan explícito— en que un gobierno aprueba o desaprueba tareas ordenadas a otro bajo la amenaza de arruinarlo si no las cumple.

Paralelismos. El libro de Banning aporta elementos para abundar en otros paralelismos entre modelos y liderazgos de México y EU. El subtítulo, “La vida pública en el Estados Unidos contemporáneo y la derecha conservadora”, es una invitación a documentar los rasgos de derecha conservadora que comparten, por un lado, el discurso, el estilo y diversas políticas del gobierno mexicano actual, incluyendo sus aprestos de establecimiento de una hegemonía, y por otro, el neoliberalismo hegemónico en Estados Unidos que, de acuerdo con la autora, es imperativo confrontar con rigor metodológico y desde las libertades académicas.

Nada que ver esta propuesta con la fraseología oficial contra el neoliberalismo que aquí sirve para agregar cargas de incertidumbre, como el rechazo de ayer a las cifras de alerta del FMI, y al enmarcar en poses antineoliberales políticas típicas del neoliberalismo, como la austeridad presupuestal a extremos mezquinos contra los pacientes de la seguridad social y los niños de estancias infantiles; los recortes masivos de personal con menoscabo de los derechos laborales o la destrucción de programas sociales como el Seguro Popular.

Una certeza: desvanecimiento de lo público. A ello se agrega el debilitamiento o extinción de instituciones del Estado para suplantarlas por un dador directo de beneficios a la población, estableciendo un vínculo personal cercano al patrimonialismo. Esto podría encajar con la privatización de lo público como primer efecto de la hegemonía neoliberal descrito por Banning con una socorrida paráfrasis del Manifiesto comunista: “Cuando todo aquello que es público se desvanece en el aire”. Al final, una certeza: cuando el dador se identifica con una persona y no con una institución, el receptor votará por perpetuar a la persona y no a la institución.

Profesor Derecho de la Información, UNAM

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