Respaldados por la iglesia católica, 21 haitianos solicitaron hoy a México una visa humanitaria para radicar en esta frontera; se quedaron atrapados sin posibilidades para cruzar a Estados Unidos y sin medios para regresar a su país.

En conferencia de prensa afuera de las oficinas del Instituto Nacional de Migración, frente a la garita Denis DeConcinni, expresaron el deseo de quedarse en esta ciudad, con el respectivo permiso para trabajar, porque “todos somos americanos”, expresó Fernando, ciudadano de Haití.

Tienen tres meses de haber llegado a esta frontera con la intención de apegarse al programa de protección temporaria que les brindó Estados Unidos durante el gobierno de Barack Obama, la cual se pausó durante el periodo electoral y al llegar a la presidencia Donald Trump, no sólo se canceló sino que los haitianos están siendo deportados a Brasil.

Acompañados por los responsables del comedor Iniciativa Kino para la Frontera en México, sacerdores de los municipios de Cananea, Altar y Nogales y un visitador de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, expusieron que se encuentran “atrapados” en esta frontera.

Desde que amanece hasta que cae el sol no tienen que hacer, sobreviven de la caridad, atravesaron diez países y ya no tienen recursos económicos, por ello necesitan trabajar, comentaron.

La madre María Engracia Robles precisó que debido a la violencia y malas condiciones por la crisis política en Haití y los desastres naturales, como el huracán del 2004 y el terremoto del 2010, tienen miedo de regresar y se han quedado en la línea fronteriza con Estados Unidos, buscando opciones de vida.

“Urgimos al Gobierno de Sonora a que use su discreción y nos conceda visas humanitarias. No queremos que las autoridades mexicanas nos traten, como el gobierno de Estados Unidos trata a los inmigrantes”, dijo Dieufene.

Fernando pidió una segunda oportunidad a México, pues la primera la tuvieron cuando les dieron el permiso para transitar por el país para llegar a Estados Unidos, aunque en la documentación a algunos se les catalogó como “apátridas”, porque no se les creyó sobre su nacionalidad, porque informaron que venían procedentes de la República de El Congo, de África.

La mayoría de los haitianos se está quedando en las instalaciones del Club Rotario, otros en el Albergue San Juan Bosco. Por lo pronto, esperan una respuesta positiva de las autoridades migratorias de México.

afcl

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