Laura Sánchez Ley, corresponsal de EL UNIVERSAL, fue golpeada por elementos de la Gendarmería mientras cubría el plantón de manifestantes en la planta de Pemex ubicada en la ciudad de Playas de Rosarito.

Alrededor del mediodía, la periodista informaba en vivo desde Facebook que los oficiales pretendían desalojar a los manifestantes, quienes llevaban varios días plantados en ese lugar bloqueando  la planta de abastecimiento, e informaba que no hay gasolina en el estado.

Los agentes arremetieron en contra de la reportera, su esposo, Luis Alonso Pérez, quien también es periodista y colaborador de medios como Animal Político y Univisión, y contra un fotoreportero de Frontera, Jesús Ramas. Los agentes echaron gas a los manifestantes incluidos los periodistas que cubrían el evento, unos 20 aproximadamente.

Cuando ella intentaba grabar a un detenido que sometían en el piso, dos agentes mujeres la  golpearon en el pecho y en la cabeza con el puño cerrado, al tiempo en que la agredieron verbalmente.

Los policías sometieron echaron gas lacrimógeno y detuvieron a varios manifestantes, incluidos los reporteros, a quienes también golpearon y se los llevaron pese a que se identificaron. A Luis Alonso lo sometieron aproximadamente ocho agentes, quienes lo golpearon a patadas en el piso. Presenta daño en un ojo.

Laura Sánchez tiene golpes y lesiones en la cara, y no ha recibido atención médica; se dirige al Ministerio Público para interponer la denuncia correspondiente.

Luis Alonso Pérez fue detenido en las instalaciones de la planta de Pemex y luego liberado un par de horas después en otro sitio; por el momento, no se cuenta con más información.

Hasta ahora se desconoce el paradero del fotoreportero de Frontera.

Sigue el enfrentamiento de la Gendarmería con los manifestantes, quienes avientan piedras y palos.

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